Jaime Noguerol
EL ÁNGULO INVERSO
La mirada sabia del barman
Por cierto, vergüenza les debe dar, creo que la tienen, a los que se han prestado a jugar en la farsa del "Evole show". Las dudas sobre quiénes y por qué organizaron realmente aquel triste acontecimiento existen, vaya que si existen. En aquellos meses la situación de España era mala, tan mala como puede volver a ser en un corto plazo si las irresponsabilidades políticas de muchos se siguen dando y las tensiones disgregadoras no son contenidas.
Había sido nombrado rey de España Don Juan Carlos de Borbón tras jurar las Leyes Fundamentales del Régimen, y no fue bien recibido por la izquierda. "¡Muera el rey fascista!", se gritaba con descaro. El prestigioso líder comunista Santiago Carrillo había declarado anteriormente a Oriana Fallaci para "El Europeo": "El príncipe es una marioneta que Franco mueve como quiere, un pobre hombre incapaz de toda dignidad y sentido político, un simplón que se ha metido hasta el cuello en una aventura que le costará cara. ¿Qué posibilidades tiene? A lo sumo, rey durante unos meses". (Olé por el visionario Don Santiago.) Por otra parte, los sectores que bautizaron en coña a Don Juan de Borbón, el padre de Don Juan Carlos, como Juan Tercero Izquierda, bramaban por las calles aquello de "¡¡no queremos reyes idiotas!!". Los acontecimientos del 23 de febrero de 1981 y la espontánea y gallarda reacción de don Juan Carlos valió su reconocimiento y adhesión "temporal" del pueblo español. El rey tuvo el valor y la dignidad de controlar y dejar castigar a los militares golpistas, casualmente notorios monárquicos. Ya lo previeron los romanos: "Cui bono"; y un andaluz, Séneca, afirmó: "Cui prodest scelus, is fecit".
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Jaime Noguerol
EL ÁNGULO INVERSO
La mirada sabia del barman
Miguel Anxo Bastos
Extremadura: la clave está a la izquierda
Sergio Otamendi
CRÓNICA INTERNACIONAL
Dos éxitos o dos fracasos
Chito Rivas
PINGAS DE ORBALLO
As esperas teñen idade?
Lo último