El acosador

Publicado: 24 mar 2025 - 00:05

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Kira aparece sonriente en sus fotografías. Baila despreocupadamente en vídeos caseros. Es una niña querida y parece, en esos momentos, una niña feliz con toda la vida por delante. Pero tenía su propio infierno. Ese que se abría a través de insultos y humillaciones cuando traspasaba las puertas de su colegio. Un espacio que debía ser protector, pero en el que se quedaba sola y desvalida. En 2021 no pudo más. Kira López se suicidó a los 15 años. Antes fue Jokin y después Laura o Ainara. Y lamentablemente la lista no se cerrará por el momento. No sé si sus acosadores les han olvidado, si el resto de sus compañeros aún les recuerdan. Lo que sí que sé es que para sus padres el mundo se detuvo ese día y nunca más volverá a tener luz. El acoso no es nuevo, aunque ahora el universo de las redes ha potenciado su poder de expansión y llega hasta los espacios que antes eran seguros, los pequeños refugios del hogar donde podían olvidar.

Es una niña querida y parece, en esos momentos, una niña feliz con toda la vida por delante.

En los años 90, a los pequeños matones del patio de colegio los ponía en su sitio el “primo de Zumosol” en un famoso anuncio publicitario. Recientemente, su protagonista Sergio Medialdea ha contado en televisión el bullying que él mismo sufrió durante su adolescencia. Recuerda que con el paso del tiempo, llegó a creerse los insultos de los que era víctima. Y subraya que en las charlas que ofrece en colegios deja este mensaje: “Se puede salir del bullying, hay que pedir ayuda”. No es Sergio el primer rostro conocido que narra su personal infierno. Son muchos los que han contado los terrores de esos abismos. Y está bien. Aunque probablemente quienes son víctimas ahora de esas espirales violentas no tengan tan clara esa certeza. Y a lo mejor tampoco es justo poner sobre sus espaldas la carga de salvarse a sí mismos, cuando hay tantos ojos testigos, algunos ya adultos.

En los años 90, a los pequeños matones del patio de colegio los ponía en su sitio el “primo de Zumosol” en un famoso anuncio publicitario.

¿Pero qué pasa con los acosadores? ¿Cuál es el mensaje para ellos? ¿Que todo pasará? ¿Que los acosados saldrán del precipicio al que los arrojan, liberándolos de toda culpa? ¿Que pueden seguir, sin mirar atrás, y sin peaje que pagar por el daño infligido? No estaría mal que quienes fueron acosadores también dieran un paso al frente para asumir hechos y pedir perdones. Que cuenten que ejercer ese poder dañino arrastra consecuencias y que les dejen claro que tendrán que afrontar, tarde o temprano, sus acciones y asumir el coste. Que les expliquen que no son unos valientes, si no unos grandes cobardes. Por mera cuestión matemática, alguno habrá, hay más acosadores que acosados. Puede que se resienta la imagen, pero también puede que si el relato es honesto, algún incipiente hostigador se lo piense y haya una víctima menos.

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