¿Qué amnistía? ¿Y el cupo?

Una semana después de que el Constitucional avalara la Ley de la Amnistía por interés general, dejando en manos del Supremo el futuro inmediato de condenados, como Puigdemont y Junqueras, Bruselas duda de ese interés general de la amnistía, y la pasa a llamar “autoamnistía”. La Comisión Europea fue tajante al destacar que los votos de sus beneficiarios sirvieron para aprobarla; o sea, los beneficiarios son parte en todo: en el propio beneficio y en la aprobación. Una Ley que es parte de un acuerdo político para lograr la investidura del Gobierno. Y… ¿En realidad ha sido así, no? ¡Bueno!, tras esto, el periódico de mayor tirada de la prensa británica “The Times”, publica un editorial crítico con Pedro Sánchez titulado “Don Teflón”, una referencia a John Gotti, jefe de la mafia de Nueva York. Nada más que decir, señorías.

Aunque lo importante para el titular de esta hoja es que el propio Cerdán, que se auto considera el arquitecto de la moción de censura del 2018, ante la indiferencia y repudio de los suyos desde hace unos días, ahora le niegan la mayor

Lo cierto es que los titulares de prensa en papel el 27 de junio son del tenor: Un Constitucional dividido avala la amnistía al “procés”. Y Sánchez -el Don Teflón para el “The Times”- califica el fallo como magnífica noticia. Y el jefe de la oposición, Feijoo, tilda de ilegal el aval del Constitucional y apela a la UE. ¡Siempre nos quedará Europa! Siendo yo un ignoto para interpretar leyes, puedo, sin embargo, darme cuenta que el argumento del Constitucional, utilizado por el Gobierno, de que lo que no está expresamente prohibido en la Constitución tiene cabida en la misma, es darnos lecciones baratas, y un insulto a la inteligencia. Porque yo no vi que la esclavitud -ejemplo utilizado-, al no estar expresamente prohibida en la Constitución… nos permita tener esclavos. ¡No señores, no! Aquí lo que se ha producido es un pago con una gran dosis de favoritismo político, donde siete votos necesarios para mantener a Sánchez en Moncloa fueron a cambio de la amnistía, de eliminar este delito y, además, pedir perdón a los delincuentes y golpistas prófugos. ¿Dónde está la separación de poderes?

¡Hay más! En medio de toda esta vorágine, con esta particular amnistía, se cuela más corrupción, Cerdán a prisión, ardiente Comité Federal del PSOE… Y con tanto ruido de fondo, a modo de que los árboles no dejan ver el bosque, se cuela el “Cupo catalán”, una manera “feudal” de negociar pactos fiscales en función de territorios, según Francisco De La Torre, inspector de hacienda. Otra negociación política interesada para mantener a gusto a los independentistas en sus pactos en Cataluña y Madrid. El hoy máximo defensor de la amnistía, defensa que permite continuar parasitando la Moncloa, es el mismo que hasta las elecciones de julio de 2023 proclamaba: “No habrá indultos, la amnistía no tiene encaje constitucional, amnistiar es olvidar y pedir perdón. Seré el que traiga a Puigdemont de Waterloo para ponerlo a la disposición de la justicia…”. Y ahora el Cupo catalán.

¡Qué es la vida, sino puro teatro! Santos Cerdán entra en prisión apelando ser un ¡preso político! Sí, un chorizo que se hace llamar preso político, cuando realmente es un político preso, negociante -no negociador- con el prófugo Puigdemont, con los descendientes de los etarras y que, paradojas de la vida, el que acaba en prisión es él. Sí, la paradoja de quien negocia para evitar que otros entren en prisión, y acaba el negociador en la cárcel. Aunque lo importante para el titular de esta hoja es que el propio Cerdán, que se auto considera el arquitecto de la moción de censura del 2018, ante la indiferencia y repudio de los suyos desde hace unos días, ahora le niegan la mayor.

Defender que el Congreso no hurtó la labor de los jueces y que “puede hacer todo lo que la Constitución no prohíba” sólo puede provenir de un “Don Teflón”. La amnistía no se concedió, se vendió; y su arquitecto está hoy en prisión. Y por cierto, el partido sanchista tiene también fontanera en Leire Díez. No faltando de nada, vaya manera de insultar a fontaneros y arquitectos de verdad!