Los Ángeles

Hay muchos ángeles en el mundo, desde ángeles del cielo hasta ángeles del infierno, pasando por ángeles exterminadores, ángeles de la noche, ángeles caídos, uno precioso por cierto retratado por Ricardo Bellver en una magnífica y emocionante escultura que está en el parque del Retiro de Madrid.

El caso es que lo sigue siendo en la actualidad, porque más del 50% de los habitantes de Los Ángeles son hispanos. Y aquí viene lo bueno: Donald Trump quiere expulsarlos a todos del país

Incluso hay angelitos bebé, angelitos-niño inocentes, angelitos malvados y perversos, y hasta angelitos negros como los de Antonio Machín.

Los ángeles son unos seres recurrentes en la memoria y la cultura de los hombres. Por eso los pintamos, los esculpimos, escribimos sobre ellos y soñamos con ellos desde siempre, y aunque nadie haya podido probar nunca su existencia el mundo, los museos, la historia de la pintura y los libros están llenos de ellos. Son como las hadas.

En cierta ocasión alguien le dijo a G. K. Chesterton: “Yo no creo en las hadas”, y el escritor inglés lo invitó a visitar y curiosear su biblioteca: “Está llena de hadas”, –le dijo.

La Iglesia incluso dedicó a lo largo de la historia largos y complejos estudios muy sesudos a discutir su existencia o su sexo. De hecho hasta hubo un concilio, no sé cual, en el que los padres de la Iglesia dictaminaron que solo había tres ángeles de verdad: Miguel, Rafael y Gabriel, que en realidad no son ángeles sino arcángeles, digamos una especie de puesto superior. Vamos, que no son empleados sino jefes.

En fin, de todas formas este no era el tema del artículo.

El tema era Los Ángeles, una ciudad de California, la segunda ciudad de los Estados Unidos.

No es la capital del estado pese a lo que piensa tanta gente que ve muchas películas pero lee pocos libros, la capital de California es Sacramento. Otras ciudades importantes de ese estado americano son San Francisco, San Diego, San José, Santa Clara, Santa Mónica, Modesto, Santa Bárbara, Santa Rosa, Salinas, Escondido, Ventura, Santa Ana…

Y así podríamos seguir pero no hace falta, aquí ya se ve que California es históricamente casi más española que Salamanca o Valladolid.

El caso es que lo sigue siendo en la actualidad, porque más del 50% de los habitantes de Los Ángeles son hispanos. Y aquí viene lo bueno: Donald Trump quiere expulsarlos a todos del país. Aun no sabemos, no lo ha aclarado, si a México, a Guantánamo, a Ecuador, o directamente al océano atlántico para que den buena cuenta de esos ciudadanos americanos los tiburones del mar del Caribe.

Cada día resulta más difícil intentar entender qué demonios persigue exactamente el imbécil e ignorante sin escrúpulos que okupa hoy el Despacho Oval con una gorra de visera, y que es incapaz de construir una frase más allá de “Biden y Obama tienen la culpa de todo, conmigo todo va a ser maravilloso, la gente será feliz”. Tal vez los imbéciles seamos nosotros que intentamos vanamente entenderlo.

Yo lo oigo hablar y oigo hablar a Napoleón, el verraco dictador y criminal de “Rebelión en la Granja” de Orwell.