El Archivo Llanos de Ribadavia y las fotos de la campaña de África

Como es sabido, en el Arquivo Etnolóxico de Galicia, que se encuentra en Ribadavia, se encuentra el valiosísimo Archivo Llanos, que contiene fotos de siglo y medio de historia de Galicia y de España. Como es sabido, en lugar de conservarse en Vigo, debido a la actitud del Ayuntamiento de Vigo, que en su día lo dejó escapar, el Archivo Fotográfico de Angel Llanos se encuentra en el lugar que merece y saben apreciarlo, donde es uno de sus fondos más emblemáticos. Debido a nuestra amistad, Llanos me regalo en su día algunas fotos de su legado que conservo como un tesoro. Algunas de esas fotos personales corresponden a su etapa como fotógrafo del cuartel general de Aranda durante la guerra civil. Lo cierto es que, aparte del archivo principal, era tal la cantidad de clichés de Llanos que aparecieron otros muchos en el trastero de su casa. Conviene tener presente, no obstante, que el archivo en general está conformado por imágenes captadas por tres generaciones de fotógrafos de la misma familia. La saga comienza con un pintor y escenógrafo valenciano, Francisco Llanos Más, que, como tantos compañeros de profesión, decide dar el paso a la fotografía y acaba instalando, circa 1880, su estudio en la Puerta del Sol de la ciudad de Vigo. Las fotos de la salida de buques con soldados en 1909 para la guerra de África son espectaculares.

Pese a la tardía pretensión de que el Archivo Llanos volviera a Vigo, la Xunta no lo permitió. Y entre otras razones se decía que la ciudad no disponía de un lugar adecuado para albergarlo.

Una parte esencial de ese archivo fueron tomadas por el padre y el abuelo de Angel Llanos y son de una calidad espectacular. Sobresalen las de 1909 en que se ve a millares de personas despidiendo a las tropas que van a la guerra de África. Como alguna vez he referido, como compañero que fui de Llanos en “La Voz de Galicia”, me regaló una colección de originales de su obra de incalculable valor. Y además, dado el aprecio que nos teníamos dispuso que, al fallecer, dispusiera que su familia me entregara en su nombre otros preciados recuerdos muy personales.

Como ya he contado aquí, aparte de los fondos de Ribadavia, gracias a un portal del Ministerio de Cultura es posible hacer un recorrido por la obra de Llanos, su padre y su abuelo, lo que es un viaje al pasado de la historia de Galicia desde el siglo XIX al XX. Pese a la tardía pretensión de que el Archivo Llanos volviera a Vigo, la Xunta no lo permitió. Y entre otras razones se decía que la ciudad no disponía de un lugar adecuado para albergarlo. Pero se puede acceder a parte de los fondos de la familia Llanos, y de otros autores del mismo nivel. Se debe entrar por el enlace http://ceres.mcu.es/, portal dependiente del Ministerio de Cultura. En el buscador hay que colocar “Archivo Llanos”. La colección selectiva se centra esencialmente en la historia de la ciudad.

Hace años, me enteré de que, aparte de los fondos que la Xunta colocó en Ribadavia, existían otros clichés de la obra de Angel Llanos, que espero hayan sido recuperados y sumados al famoso archivo. Realmente, es un regalo de la vida haber conocido a tan singular personaje. Una de sus cualidades, aparte de un excelente fotógrafo, era su capacidad como dibujante lo que no lleva al relato de una historia que Angel contaba de cuando era adolescente, dada la costumbre en aquellos tiempos, él mismo hacía fotos a los cadáveres de personas de los que sus familiares, por no tener otra en vida, encargaban que se le hiciera al difunto. Es todo el argumento para una novela. Angel era capaz de abrirles los ojos y dar la sensación de que la foto era real con vida.

Llanos nos dejó a los 97 años, el 16 de octubre de 2012. Por el estudio de Llanos en la calle Colón pasó la historia de Vigo durante varias generaciones, y eran famosos sus retratos de los acontecimientos sociales y personales más diversos. Era un fotógrafo de los que ya no existe. Recuerdo el susto que nos dio en uno de sus últimos años, cuando cayó al mar, en el Berbés, pudiendo haberse roto la cabeza contra el muro, desde un pesquero al que se había encaramado. Salió del agua empapado y siguió haciendo fotos como si nada. Esos valiosos archivos, donde está la historia de Vigo, los tenía almacenados en cajas en los trasteros de su casa de Coia. En el libro que publicó la Asociación de la Prensa de Vigo se incluye ya una selección de fotos de Llanos. Hay, en ese sentido, un material valiosísimo. Ya les iré mostrando otros días algunas de esas singulares fotos.