Opinión

El caótico, desastroso y nocivo Gobierno de Sánchez

Ministros y ministras comunistas que discrepan en el fondo y la forma de las decisiones del gobierno al que pertenecen, pero que no dimiten de sus responsabilidades porque ¡cuántos privilegios y qué bien se vive de ministro y ministra de Sánchez! Esta es la moral, ética y coherencia política-social de los personajes. Y para rizar el rizo de la tomadura de pelo a la que nos intentan someter, las últimas declaraciones públicas de la vicepresidenta comunista Yolanda Díaz: “Bajar impuestos en contexto de guerra no es conveniente”. Y lo dice tan tranquila, con un gasto público desorbitado e ineficiente, del cual un altísimo porcentaje se diluye en subvenciones a diestro y siniestro sin control alguno y en gastos difícilmente justificables.

¡Ah!, y me olvidaba, vaya despiste: ¿dónde estaban escondidos los sindicatos de este país? ¿En el reservado de alguna marisquería de lujo? Pues no lo sé, pero de repente aparecen echados a la arena por su dueña y señora, Yolanda, para que actúen como verdaderos comisarios políticos en las calles que ya les han dado la espalda absolutamente, y lo más patético es que las consignas que les imponen es que “bajar los impuestos no es la solución”, ¡qué tropa Dios mío! Y qué bien se vive de estómago agradecido y palmero subvencionado con el dinero público de nuestros impuestos. Entre tanta incompetencia, inutilidad, ineficacia e ineficiencia, menos mal que aun asoma un rayo de luz y esperanza, de la mano del acuerdo que PP y Vox han registrado, de forma conjunta, plasmando así en realidad una modificación de la Ley del Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid para reducir el número de diputados de la Asamblea de 136 a 91. Es decir, se reducen cargos públicos innecesarios y gastos a una sociedad asfixiada por una carga impositiva que tiene en la calle protestando a una buena parte de la ciudadanía de España. Es verdad que es una contribución simbólica, por eso mismo espero que cunda el ejemplo en el resto de Comunidades Autónomas, Senado y Congreso de los Diputados, porque la reducción del gasto público superfluo e innecesario es una de las líneas económicas que debe seguir nuestro país, sí o sí.

Y dentro ya del ámbito nacional, constatamos una vez más esa tozuda realidad de la política exterior en la que Sánchez vuelve a fracasar -por su nula credibilidad y por el radicalismo comunista de sus compañeros de viaje en su Gobierno- en su inútil predicamento tanto en la Unión Europea como en la OTAN. Esta última, por cierto, donde Joe Biden lo obvia una y otra vez porque ni se fía de él ni de los que están con él, esa es la realidad que Moncloa intenta maquillarnos a la opinión pública sin éxito ninguno.

El desastroso y nocivo Gobierno bipartito socialcomunista de Sánchez tiene que clarificar con detalle y máxima urgencia su paquete de medidas, con acciones ágiles, concretas y efectivas. Ya no valen anuncios genéricos ni partidas presupuestarias virtuales que nunca se ejecutan. Ni discursos grandilocuentes a la ciudadanía o medios afines que ya no tienen credibilidad ninguna.

En definitiva, un Gobierno desbordado, desdibujado, y desnortado que ya no puede seguir un minuto más al frente de este país . España ya no puede soportar está caótica situación económica y social por más tiempo. Por responsabilidad, y por decencia política, váyanse para sus casas y dejen a España en paz, que ya bastante daño han provocado a este país.

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