Botafumeiro

Publicado: 18 dic 2025 - 02:10

Opinión en La Región
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Universal es la imagen del botafumeiro desplazándose por el crucero de la Catedral compostelana desde la puerta de la Azabachería a la puerta de las Platerías. Este incensario empezó a ejercer como tal hace diez siglos y su finalidad era perfumar el templo y así eliminar el mal ambiente olfativo generado por los peregrinos que llegaban cansados y sudorosos… en general faltos de aseo y bastantes enfermos. El actual fue fabricado por el orfebre José Losada en 1851, en latón bañado en plata, réplica del desaparecido durante la invasión napoleónica.

En este mes tuve la ocasión, en el Congreso de los Diputados (poco falta para que alguien quiera llamarle Congresa y añadir Diputadas y Diputades), de calificar como “botafumeiro” una inciativa socialista sobre el bono social eléctrico. Porque pretendía perfumar el hedor que desprende el sanchismo, resistiéndose a dejar de estar en el Gobierno (porque ser gobierno nunca lo fueron). Perseguía pintar de buenismo un estado terminal de cansancio, sudor frío y falta de aseo democrático que aumenta cada minuto que pasa.

Utilizaba verbos que no concretan nada. Hablaban de “avanzar”, “agilizar”, “profundizar”, “estudiar”, “impulsar”… en definitiva una proposición, permítaseme la expresión, “muy chuli” como la describiría la presunta líder de los socios de gobierno de Sánchez. Recordé el voto en contra socialista en el Senado para incrementar la cobertura del Bono Social Eléctrico.

Este momento, y cualquier política seria, demanda menos demagogia, más acción y más resultados.

Porque la pobreza energética se duplicó desde 2018 -¡qué casualidad!- y el Bono Social Eléctrico apenas llegaba a las rentas más bajas. Pedíamos ese incremento para afianzar y restablecer los descuentos extraordinarios del bono social del 65 % para los consumidores vulnerables y del 80% por los vulnerables severos.

En España hoy diez millones de personas tienen una temperatura inadecuada en su vivienda, ocho millones tienen un gasto desproporcionado en su factura de la luz y seis millones sufren pobreza energética oculta. Somos una sociedad con menos poder adquisitivo con un Gobierno que decidió subir cien veces los impuestos. La bombona de butano un 20%, el diésel un 21%, la gasolina un 21% y la luz un 52%.

Este Gobierno dedica la tercera parte de lo recaudado por el impuesto a las energéticas a ayudar a las personas más vulnerables cuando había vendido dedicarlo íntegramente a políticas sociales y este es el resultado de su compromiso.

Todo lo que han lanzado en materia de rehabilitación energética de edificios ha sido un rotundo fracaso, especialmente las líneas de ayuda de los fondos Next Generation, que están atrapadas en el infierno burocrático que crearon y de las que se perderán millones en fondos no ejecutados. Este momento, y cualquier política seria, demanda menos demagogia, más acción y más resultados.

¿Por qué no aprobar un Plan de Rehabilitación Energética a escala nacional, consensuado con las administraciones públicas territoriales y los colegios profesionales y organizaciones del sector, para abordar de forma seria y realista la necesaria rehabilitación energética del parque edificado en España? ¿Por qué no hablar, y escuchar, a Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Diputaciones, Arquitectos, Aparejadores, Constructores…? Es un hecho indiscutido que el parque edificado de España tiene unas carencias muy graves, pues más del cincuenta por ciento de las viviendas construidas son energéticamente ineficientes.

¿Ha contemplado el Gobierno Incluir la financiación de dicho plan como una línea del inminente y necesariamente urgente Plan Estatal de Vivienda? Me temo que no a pesar de haberle hecho llegar este planteamiento. El Gobierno no dimensiona, porque no gobierna, de forma adecuada que la eficiencia energética de los edificios es un enorme problema no sólo de emisiones sino también económico. Por tanto tiene que dejarse de propagandas, postureos y paguitas…urge abordarlo de forma rigurosa.

Mientras tanto escuchamos balances falsos pues omiten cuestiones esenciales, en la línea de los curriculum vitae que no dan cuenta de los fracasos, que los hay, del que los presenta. Bajo la palabra “cumpliendo” (y no se refiere a las condenas que vendrán) continúa con el botafumeiro aferrándose a una mayoría que no existe, ni social ni políticamente. La España real está cansada de tanto humo y tan pocas nueces.

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