Itxu Díaz
CRÓNICAS DE OTOÑO
Hay que ir sacando la ropa de fiesta
Es lo uno y lo otro, exclamación de asombro o interrogante asombroso. Creo que no necesita explicación así que elijan: exclamen o interroguen.
El acento está en la Moncloa donde parece que ha llegado el otoño, el magosto en marcha, alegre y triste, que es lo suyo, el equilibrio y la madurez del fruto que ayudará a superar el largo invierno que nos anuncian las castañas acorazadas y cubiertas por finas púas que protegen a su gozoso fruto interior.
En la Moncloa se acentúa España, sin tilde, pero no hay castaños, sino locos, duro árbol que crece sin cuidados especiales y da esas brillantes y envenenadas frutas también en armazón de púas, pero además con un compuesto tóxico, esculina, en sus castañas cuya ingesta produce desorientación.
¡Qué cosas! Desorientación. ¡Aviados estamos!
España en sumario, un proceso que cada vez se parece más al otoño que si solo afectase al partido en el Gobierno, el sumariado, no dejaría de ser uno más, suma y sigue, pero algo malo se atisba y la caída de la hoja en los jardines monclovitas es de tal calibre que puede dejar desnudo para siempre al árbol, España, porque las raíces de tanto aguantar exageradas podas acabarán secándose.
Los árboles en su sabiduría de supervivencia mantienen un sosegado equilibrio entre las raíces y la copa. Si podas mucho secas el árbol y si no podas se descontrola y no da abundantes y buenos frutos. Hay una inevitable conexión entre lo que no se ve y lo vistoso, necesario para que haya frutos.
Ahora, desde el conocimiento que da la experiencia de años en los montes de castaños podemos contestar al interrogante y además exclamar:
¿Cómo está España? ¡Cómo está España!
Buen remedio para aquellos que estamos hasta las narices o estas se nos están hinchando de tanto aguantar
Cuentan que san Ignacio de Loyola tenía una enfermedad entonces desconocida que le producía hinchazón y mucho dolor en la nariz y nadie acertaba curar. Alguien le recomendó las castañas. Milagro. Buen remedio para aquellos que estamos hasta las narices o estas se nos están hinchando de tanto aguantar.
Ya saben lo de Don Bosco, pero milagros hay pocos y empieza a parecernos que en España no va a haber castañas para todos mientras no haya una justa y equilibrada poda que prepare la próxima cosecha.
Lo más importante será que se manejen con honradez y mucho amor al árbol
Otoño en España de buena castaña, tiempo de recogida sin olvidar preparar las herramientas para la correcta poda que no es fácil ni al alcance de cualquiera. Se exige limpieza, afiladas herramientas, que no desgarren, y bien engrasadas. Pero lo más importante será que se manejen con honradez y mucho amor al árbol.
España es de todos y para todos, pero cada vez da menos y peores frutos. Habrá que pensar en el tratamiento.
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