La Región
JARDÍN ABIERTO
Simbología de la flor de amarilis en Navidad
Empieza la feliz primavera y la actriz Nona Sobo, llamada en realidad Mariona Soley, hechizante abrazo estético y primaveral entre Tailandia y España, ha acaparado buena parte de los focos en la alfombra roja del Festival de Málaga 2025. No es para menos. Destacaron también Irene Escolar, vestida de Loewe, Paula Echevarría –espectacular atuendo de la firma Gorof-, las influencers Noelia Bonilla –con un vestido de Salafranca Atelier- y Natalia Cebrián –de Claro Couture-, y la guapura burbujeante de la cantante Nerea Rodríguez y su palabra de honor en rojo pasión. Después de ver el festín de bellezas entre los asistentes, y sin ánimo de restar méritos a los films, yo habría optado por situarme junto a la pantalla, pero mirando hacia las butacas. Cuestión de perspectiva. Que uno es crítico de arte antes que crítico de cine.t
El pasado miércoles, el rey Felipe VI visitó la Comunidad Valenciana por novena vez tras las dana. Al contrario que Pedro Sánchez, que sigue sin poder asomarse por allí, y sus ministros, Felipe VI se pasea por Valencia entre ovaciones y abrazos, con el crédito que se ha ganado en su cercanía sincera a los afectados y su empatía con su dolor y frustración. Lentamente las cosas van recuperando su color en las golpeadas tierras, y la visita de esta semana, privada y sin agenda oficial, ha tenido más sabor de celebración que de tragedia. El Rey sorprendió en Torrent con una visita espontánea a las comisiones falleras de la Benemérita Guardia Civil y la de Antonio Pardo, y acudió después al restaurante Alacena de Aldaya, muy dañado por la riada, donde degustó dos deliciosos arroces y se interesó por la marcha del negocio, que estuvo casi dos meses cerrado por los daños. Completó su visita valenciana presidiendo la corrida de la Feria de las Fallas, acudiendo por primera vez a la plaza de Toros de Valencia; un acto inesperado que no solo supone un nuevo respaldo público a la fiesta, sino su apoyo a una feria benéfica que enviará parte de su recaudación a los afectados por la dana. Para cuando te pregunten para qué sirve, entre otras muchas cosas, la monarquía.
No termino de acostumbrarme a los titulares de la prensa rosa. Leo que Paola Olmedo, exmujer de José María Almoguera, “estrena cara”, como si la hubiera ido a comprar al Bershka. La exnuera de Carmen Borrego ha ido corriendo a enseñar su nuevo rostro en exclusiva a una célebre revista, y ha cabreado al maxilofacial que la operó, Álvaro Sada, que le había advertido que era demasiado pronto para hacerlo porque aún está inflamada. Según he podido saber, no se trata solo de un asunto estético, por lo visto su particular configuración maxilofacial podría causarle problemas de salud auditiva, de modo que la operación era recomendable. Las tertulias rosas están que arden con el asunto, porque Olmedo no sonríe en las fotos, y se especula con una posible parálisis de la boca, en vez de pensar, por ejemplo, que ha tenido un mal día. De nuevo el doctor Sada se ha hartado de habladurías y ha intervenido en las tertulias para desmentir el desastre y asegurar que lo único que ocurre es que, tras equilibrar el maxilar y avanzar la mandíbula, Olmedo tiene una sonrisa simétrica, nada que ver con la que exhibía desde niña. Con todo, es buen negocio. Cada vez que se arma un revuelo así, las peticiones de operación maxilofacial se disparan, con pacientes que acuden a la consulta con la foto del antes y el después de Olmedo. ¡Ay, si pudiera hacerse lo mismo con algunos cerebros!
La bella Ana Mena ya tiene novio otra vez. Es decir, ya lo tenía, pero ahora ya no lo esconden. Está con el actor Óscar Casas, hermano de Mario Casas y nada que ver con el mítico José Ángel de la Casa. La pareja ha viajado a Málaga a darse un beso. Quiero pensar que han ido a algo más, pero un paparazzi ha logrado inmortalizar el famoso beso y eso despeja toda duda sobre su posible relación. Yo les deseo salud, mucha suerte, y buenos alimentos, pero no logro sacarme de la cabeza que, en uno de los grandes éxitos de Ana Mena, el brillante Un clásico, la cantante le arroja a su antigua pareja eso de que “la chica con la que vas me ha recordado a mi ex / que era un capullo galáctico”. Al menos tiene el estilo y gracejo que Shakira perdió hace trescientas o cuatrocientas canciones sobre el pesado de Piqué. Moraleja: nunca seas el ex de una cantante.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
La Región
JARDÍN ABIERTO
Simbología de la flor de amarilis en Navidad
Jaime Noguerol
EL ÁNGULO INVERSO
La mirada sabia del barman
Miguel Anxo Bastos
Extremadura: la clave está a la izquierda
Sergio Otamendi
CRÓNICA INTERNACIONAL
Dos éxitos o dos fracasos
Lo último
DENUNCIAS DE LOS LECTORES
Cronista local | Las denuncias de los vecinos de Ourense hoy, domingo, 21 de diciembre