Tal día como hoy | Se patenta el revólver

Publicado: 25 feb 2025 - 02:45

Se patenta el revólver
Se patenta el revólver | EP

La diferencia fundamental entre un revólver (del inglés to revolve, dar vueltas) y una pistola, es que el primero es un arma de fuego de repetición y lleva la munición en un tambor o cilindro, mientras que la pistola la lleva alojada en un cargador.

El revólver fue patentado por Samuel Colt el 25 de febrero de 1836. Colt había sentido siempre gran interés por las armas y los explosivos (fue expulsado a los 16 años del colegio por destruir una parte del edificio a consecuencia de un experimento).

Durante un viaje en barco, observó el trinquete que se utilizaba para elevar el ancla y tuvo la idea de aplicar el mecanismo a un arma de fuego, creando de esta manera el revólver.

A partir de ahí la industria fue creciendo hasta llegar a nuestros días. Su modelo más famoso fue el Colt 45, gran protagonista en innumerables películas del cine de todos los tiempos.

La frase “Dios creó a los hombres, Samuel Colt los hizo iguales” nos da una idea de lo que ha supuesto el revólver en la historia de la humanidad, no siempre para bien por supuesto.

Curiosidades y cifras adornan la leyenda:

El Colt Peacemaker es uno de los revólveres más afamados del Viejo Oeste, siendo utilizado por el legendario Wyatt Earp. Y luego ha sido el “usado” por Clint Eastwood.

A pesar del avance que suponía este arma, su comercialización no fue nada sencilla. Era costoso de fabricar (se hacía de forma manual) y Samuel Colt se vio obligado a emprender todo tipo de empresas para poder mantenerse a flote y sacar adelante su diseño. Sin embargo, el éxito no llegó y tuvo que cerrar la Paterson Arms Manufacturing Company, empresa con la que había intentado comercializar su invento.

Colt no cejó en su empeño y siguió mejorando su revólver. Finalmente, en 1847 los rangers de Texas le encargan mil unidades. Colt empieza entonces a fabricar en serie el que sería su ‘Colt Walker’ y abre su propia fábrica.

En 1872 se diseñó el que sería, sin duda, el modelo más famoso de revólver, el Colt 45. Durante años lo usaría el ejército norteamericano.

Otro nombre mítico es el, sino Smith&Wesson. Hablamos del revólver Schofield, un arma con un cartucho algo más corto que el Colt 45 y que no tuvo un gran éxito, pero que ha pasado a la historia. ¿La razón? Que era el arma del archiconocido general Custer, sí, el que murió con las botas puestas en Little Big Horn.

A principios del siglo XX, el ejército norteamericano tenía como revólver reglamentario el Colt 1892, que estaba quedando anticuado. Tras la convocatoria de un concurso, sería el Colt 1911 el que lo sustituyera. Y su vida como arma ‘oficial’ sería larga, muy larga, tanto, que no lo ‘jubilaron’ hasta el año 1985.

En doscientos años son muchas las cosas que han cambiado. Colt es la historia y Taurus parece ser el presente. Esta empresa brasileña es hoy en día la mayor fabricante de revólveres del mundo y sus modelos son apreciados incluso en el exigente mercado norteamericano.

Por último, como muchas otras cosas unos cardan la lana y otras se llevan la lana La primera pistola con revólver fue construida por Elisha Collier para el ejército inglés en 1814 y había que hacer girar el tambor con la mano.

La mosca detrás de la oreja

Cuando alguien está atento a algo que puede suceder y no quiere que le pille desprevenido, se suele utilizar la expresión “tener la mosca detrás de la oreja”, aunque podemos encontrar la variante (también válida) “estar con la mosca detrás de la oreja”.

La ‘mosca’ a la que se refiere la expresión es la ‘mecha’ (también llamada llave de mecha o serpentín) que se utilizaba antiguamente para encender el arcabuz y hacerlo disparar. El soldado portador de dicha arma, también conocido como arcabucero, tras usar y apagar la mecha, se la colocaba sobre la oreja (del mismo modo que algunos operarios pueden ponerse un lapicero o alguien lleva un cigarrillo).

El colocarse ahí la ‘mosca’ le ayudaba a tenerla fácilmente localizada en caso de necesidad y echar rápidamente mano de ella; de ese gesto viene la connotación de que se aplicase al hecho de estar atento y/o prevenido.

Así que ya sabéis… la próxima vez que estéis con la mosca detrás de la oreja no penséis en el insecto, sino en los mosqueteros.

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