Sonia Torre
UN CAFÉ SOLO
Las nostalgias
La terrible catástrofe de la “gota fría” que asoló al litoral mediterráneo, dejando cientos de muertos y sumándose a lo ocurrido hace meses en un tremendo incendio, tiene consternada a toda España. Ha sido altamente emocionante la postura de los reyes durante su visita a las calles valencianas. Hemos visto el compromiso y también la incomprensión de algunos desaprensivos que incluso se han atrevido a herirles tirándoles barro. Las escenas fueron espeluznantes, incluso con las lágrimas de la reina y su cuerpo lleno de barrio.
En todo momento la familia real ha sabido estar y pasará a la historia por su comportamiento ejemplar. Como decimos, los rostros de nuestros reyes han sido todo un poema y su cercanía con el dolor y la desgracia ha sido ejemplar.
La postura real se ha sumado a la de los voluntarios, que en número elevado han sido una ayuda imprescindible desde toda España. Ha saltado a la vista de todo el mundo la imagen ingente de las personas llegadas todas las partes del país. Emocionante la imagen de tantos jóvenes con distintos utensilios para atajar la catástrofe. Una increíble postura que salió inmediatamente del corazón de tantos españoles anónimos.
Es muy triste todo lo ocurrido y esperamos que la solidaridad y la humanidad cubran al menos parte de las necesidades
Dicho todo lo anterior tenemos que hablar con justicia y reconocer que de la comitiva que allí llegó desde Madrid junto a los reyes, la actitud ha sido muy diferente entre unos y otros. Los reyes han estado en todo momento en su lugar, cercanos con jóvenes y mayores, niños y ancianos con sus vestimentas llenas de barro, y la reina con sus mejillas empapadas en desconsoladas lágrimas.
Yo sigo sin comprender el porqué de los insultos, improcedentes al menos para los reyes, que han permanecido impávidos y conmocionados ante el desconsuelo de tantas familias que lo han perdido todo en unas horas. Mientras los reyes aguantaban el “chaparrón” sin huir del lugar, otros hicieron mutis por el foro y se volvieron a sus casas. Increíbles posturas de quienes se salieron de en medio en los momentos difíciles.
Las ingentes ayudas salidas de toda Europa, y sobre todo de España y Portugal, se están volcando en tantas y tan variadas situaciones. Estamos viendo cómo el rey tomó las riendas de la crisis y se está volcando en tanta necesidad, reuniendo a los distintos sectores de la sociedad española. Son muchos los damnificados e interminables los destrozos que en las aceras de las calles permanecen días esperando llevarlos a la basura.
Es muy triste todo lo ocurrido y esperamos que la solidaridad y la humanidad cubran al menos parte de las necesidades. Los muertos son irrecuperables y algunos permanecen aún sin aparecer. Solo la fe puede ayudar en casos extremos como el presente, que hace décadas ya se había repetido también en la ciudad del Turia. Esperamos que los valencianos comprendan que los insultos a la familia real carecen de sentido. Ellos ningún error imputable cometieron que merezca tales insultos y desprecios.
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