Guardia Civil. El honor es mi divisa

Publicado: 06 jun 2025 - 02:15

Tricornio de Guardia Civil
Tricornio de Guardia Civil | Jose Paz

La Guardia Civil es, sin duda, la Institución más querida por la gente de bien en España. El Manual de la Guardia Civil data de 1910 y al leerlo uno se da cuenta de su actualidad y necesidad. Sin ese espíritu que preside la actuación de la Guardia Civil España sería un caos, un desorden y reinaría la delincuencia. Las mafias del crimen nos dirigirían sin apenas percibirlo.

Podemos decir que tenemos la mejor policía del mundo, respetada por todos, si es que en ese conjunto entra la clase política.

Los ataques a la Institución, al Benemérito Instituto, con bulos, mentiras e intentos de desprestigio desde el mismísimo Gobierno de la Nación, levantan una sospechosa niebla en el entorno del Poder Ejecutivo. Nadie teme a la Guardia Civil fuera del círculo de la delincuencia. Nadie institucionalmente tiene razones para inventar campañas contra ella a no ser que desconozcamos un mundo oculto tras las apariencias.

Personalmente creo de máxima gravedad que desde la Institución no haya salido nadie en defensa de los guardias civiles, que no tiene porqué ser un general si es que el ordeno y mando o la disciplina no se lo permite. Es opinable.

El caso es que hay está el bulo y pasan los días y algo queda porque ya sabemos que las campañas basadas en la mentira provocan más daños que la verdad.

Más leña al fuego mientras la corrupción llega a límites insospechados sin mayores reacciones que las que algunos medios de coomunicación quieren mostrar, porque ni eso ya que los bulos son también parte de ellos, de algunos muy concretos.

La peor noticia para la Guardia Civil es que se hable de ellos, ni bien ni mal. Déjenles hacer, saben y cumplen. Las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen muy bien definida su misión que cumplen sin necesidad de ser manoseados.

Son ya demasiadas las veces que la Guardia Civil ocupa los titulares por razones dirigidas y que tienen todos los visos de malintencionadas. Jefes tan señalados como Pablo Martín Alonso, Manuel Sánchez Corbí, Manuel Pérez de los Cobos, Pedro Garrido Roca, Laurentino Ceña... seguro que preferirían el anonimato y el servicio sin ingerencias.

No se puede jugar así con gente que ocupa puestos muy sensibles para jueces y sociedad. Se pone en duda la misma democracia.

Ni la justicia, ni el orden y la ley funcionan si se genera desconfianza en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La peor noticia para la Guardia Civil es que se hable de ellos, ni bien ni mal. Déjenles hacer, saben y cumplen. Las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen muy bien definida su misión que cumplen sin necesidad de ser manoseados. Facilítenles los medios y aléjense de cualquier injerencia que limite su digna actuación,

A muchos les vendría bien recordar que la Cartilla de la Guardia Civil en su Art. 8.º dice: “Será siempre un pronóstico feliz para el afligido, infundiendo la confianza de que a su presentación, el que se crea cercado de asesinos, se vea libre de ellos; el que tenga su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que vea a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos”.

El honor es su divisa. Cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Cierto es que cuando el honor se pierde no se recupera jamás. Claro que para ello hay que forjarse en el honor. Perder el honor es la única novedad sobresaliente y definitiva. Es perderlo todo.

Quien no lo tiene no lo valora. ¿Estará vacante la cátedra del honor entre cierta sociedad marimandona?

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