Plácido Blanco Bembibre
HISTORIAS INCREÍBLES
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MUJERES
Queridos lectores, perdonen que me repita, pero es necesario saber qué se cuece por esos lares. Por ejemplo, en Shanghái. Si en algún momento se dijo irónicamente “atan los perros con longanizas”, en el caso que nos ocupa ya no se puede decir lo mismo. Es más, posiblemente los perros tengan un futuro oscuro, sino final adelantado, o tristemente sean las longanizas a consumir. Por esas latitudes, ahora las personas pasean a sus mascotas robots, que además llevan un cesto encima para cargar aquello que sus amos compren o quieran trasladar. En ese sentido esos perros mecánicos son más prácticos y cómodos que los animales, y por otro lado, más económicos: no comen, no ensucian, no hay que sacarlos para que respiren.
Bueno, pues Sophia es la mujer robot más avanzada del mundo en que vivimos. Un robot similar absolutamente a una mujer. Fue creado, creada, no sé, por la compañía de robótica Hanson Robotics de Hong Kong, e inspirada en la actriz Audrey Hepburn, de feliz memoria.
¿El amigo noble, cariñoso, fiel hasta la muerte, consuelo y alegría del hombre, será sustituido por un montón de hierros, por muy valiosos, motorizados y niquelados que estos sean? ¿Será, o es ya en sus comienzos, un mundo tan nuevo que el corazón sólo latirá mediante la pulsación de un botón? Porque no son solamente los animales. Ustedes, queridos lectores, ¿han oído hablar de Sophia? Bueno, pues Sophia es la mujer robot más avanzada del mundo en que vivimos. Un robot similar absolutamente a una mujer. Fue creado, creada, no sé, por la compañía de robótica Hanson Robotics de Hong Kong, e inspirada en la actriz Audrey Hepburn, de feliz memoria. Su cometido es aprender y adquirir comportamientos humanos para acompañar, hablar y ayudar a los ancianos y personas mayores. Hasta ahí muy bien. Aplausos.
Pero ¿de verdad? ¿La tendrán todos los ancianos que la precisen, ya que un gran porcentaje de ellos muere en completa soledad? ¿Cuántos podrán adquirir semejante portento? Y ¿no habrá ninguna persona ya que no sólo interactúe con el anciano, sino que además le dé calor humano? Frubber es la silicona que la cubre y oculta los motores que la hacen tan especialmente semejante en gestos y movimientos a una humana. Patentada por la empresa creadora, los ojos de Sophia reconocen rostros y mímicas ajenos, mantiene conversaciones y otras maravillas gracias a la inteligencia artificial que lleva incorporada. Todo esto ya lo hemos visto en la ciencia ficción, hoy ya superada. ¿A qué lugar llevará esto? No sé qué responder. Tal vez alguien intuya algo. Nosotros sólo vemos un ocaso, hermoso, pero algo melancólico.
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