Incapaces de gestionar la emigración

Además del escaqueo que protagoniza en la tragedia de los incendios forestales, el Gobierno tampoco se muestra capaz de resolver la situación de los menores migrantes solicitantes de asilo, ni de los mayores. Ni siquiera han sido capaces de cumplir el requerimiento del Tribunal Supremo donde les recordaba que es una obligación del Estado velar por los emigrantes menores solicitantes de asilo. Aun así, les ha costado ponerse a trabajar seriamente en solucionar el alojamiento de estas personas, y han prometido resolver el problema ¡de 8 o 10!

La decisión judicial, emitida en marzo, a instancias de Canarias, era imperativa: “Requerir a la Administración del Estado para que, en el improrrogable plazo de 10 días, garantice el acceso y permanencia en el Sistema Nacional de Acogida de Protección Internacional de aquellos menores, actualmente a cargo de los servicios de protección de menores de la Comunidad Autónoma de Canarias, que hayan solicitado protección internacional o manifestado su voluntad de solicitarla, con la necesaria colaboración y cooperación de la Comunidad Autónoma requirente, actuaciones que deberán desarrollarse bajo el principio del superior interés del menor”.

Pero no fueron suficientemente rápidos y el Supremo consideró necesaria una nueva advertencia. El 5 de junio, el TS ordena al Gobierno la urgente adopción de medidas en relación con los menores no acompañados en Canarias. Y, a finales de julio, siguió el Tribunal advirtiendo de una demora en la respuesta del Gobierno. Por lo tanto, o no tiene capacidad operativa, o no hay interés en obedecer a la Justicia, o el Gobierno se ve imposibilitado de resolver el problema. Pero lo único que ha decidido el Ministerio afectado es trasladar a esos 10 jóvenes solicitantes de asilo. Dice que más adelante ya continuará con la operación, porque el festivo de esta semana impide que se puedan tomar más decisiones. Así de increíble.

Lógicamente, el presidente canario, Fernando Clavijo, cada día se muestra más convencido de “que el Gobierno de España no quiere hacerse cargo de los menores de protección internacional, al que le obliga el Supremo en cumplimiento de sus competencias, y quiere dilatar su traslado en el tiempo hasta que se solucione la distribución general entre las Comunidades Autónomas”.

Mal camino este de la distribución general, porque ya negociaron y negociaron en el Congreso para aprobar un decreto de reparto de menores, pero sólo tuvieron el respaldo de las fuerzas parlamentarias que no tienen responsabilidades en las comunidades autónomas que debían acogerlos. Hablaron de la necesidad de repartir por la Península unos 4.500 emigrantes y unos 850 menores solicitantes de asilo que debían ser reubicados fuera de Canarias y de Ceuta, comunidades saturadas. Finalmente, acaban de decidir trasladar esos pocos menores y otros 48 mayores desde Ceuta para distribuirlos en lugares que todavía no conocía hace dos días. Y eso, varios meses después del requerimiento judicial. En defintiva, 22 Ministerios y una incapacidad manifiesta para resolver los problemas de la inmigración.

Sin gabinete de crisis

Con incendios forestales en media España, el Gobierno de Pedro Sánchez sigue sin convocar un gabinete de crisis y sin implicarse en la solución de las grandes tragedias del país. Insisten en que “si necesitan ayuda que la pidan”, que las competencias son de las comunidades autónomas y ellas deben resolver. Como si los incendios respetasen los límites territoriales de cada autonomía. Como si no fuese un problema de todo el país.

Además, como se acaba de demostrar en Galicia, los incendios afectan a las comunicaciones por carretera y por tren, provocan desconcierto a los usuarios de toda España que circulan por esas vías, no sólo de a los de comunidad afectada por la tragedia. Hay que disponer de equipos y profesionales de toda la nación. Hace falta una autoridad nacional que se ponga al frente y asuma la responsabilidad para una eficaz cooperación con las autoridades locales. Todo ello es razón suficiente para que, desde el primer momento en que hubo incendios simultáneos en varias provincias, estuviese constituido un gabinete de crisis nacional, no solo un centro de coordinación del Ministerio del Interior. Los ministros deben implicarse en solucionar problemas y dejarse de batallas políticas de bajo nivel. De esas que tanto le gustan a Oscar Puente o a Félix Bolaños. Tampoco es presentable que el presidente, desde sus vacaciones, en la lujosa residencia real de La Mareta, en Lanzarote, trate de justificarse con un tuit, tumbado al sol.

Alfonso Rueda, por su parte, lo que hace es solicitar que se dediquen a Galicia todos los recursos disponibles en otras partes de España para sofocar los incendios de nuestra comunidad. Todo lo demás es frivolidad.