Inconcebible

Ha muerto! Jana Expósito, la heroína de las tardes de TV1, ha dejado de existir. ¡La han asesinado! La televisión pública no ha dudado en someterse a los índices de audiencia, enviando al ostracismo a la más angelical, la más bella, la más hermosa de las mujeres, la fiel amante del noble heredero, Manuel, de un marquesado decadente, “La Promesa”. Cientos, quizás miles, de espectadores han derramado un mar de lágrimas al comprobar, en la pequeña pantalla, las honras fúnebres de la protagonista de la serie. Mientras expresaban una satisfacción morbosa al ver la desesperación de la cruel suegra (Cruz, en realidad una asesina múltiple) y el dolor del compungido marqués, ambos merecen ser castigados. El mismo día todos los medios de comunicación trasmitían el horror de muerte y destrucción, causados por los bombardeos del ejército hebreo sobre la población palestina de la Franja de Gaza con más de 400 víctimas, entre ellas 180 niños, incluso se contabilizaron bebés de pocos meses. Para nuevo, por viejo, dúo criminal que gestiona los intereses del capitalismo salvaje; la carne humana de los palestinos tiene en el mercado de valores “cero” dólares.

Cientos, quizás miles, de espectadores han derramado un mar de lágrimas al comprobar, en la pequeña pantalla, las honras fúnebres de la protagonista de la serie

Su exterminio está más que justificado: son potenciales terroristas, no producen plusvalías, son foco de enfermedad, están sucios, huelen mal, no tienen cualificación universitaria, impiden el turismo… Su muerte no produce en el mundo civilizado lástima o dolor “Es un insulto comparar el crimen de la bella Jana, con la limpieza razonada y eficaz de solucionando para siempre el “Problema Palestino”. Hitler enseño el método, pero le faltó tiempo para aplicar lo que el III Reich denominó “La solución final al problema judío”. Paradojas de la historia, “son los sionistas lo que con más publicidad, inmunidad, ayuda en armamento, inteligencia y con la ineptitud de las Naciones Unidas. Pero en la España democrática, donde las libertades alcanzan cotas impensables hace 60 años, donde la izquierda presume de solidaria, donde la derecha “civilizada” brilla por su ausencia, donde el nacionalismo condena a los que defienden la identidad de los pueblos , donde las mujeres son agredidas por un machismo violento, donde la corrupción es paralela a mayor responsabilidad política, la España emigrante… Como el rancio marqués de la Promesa, trata de evitar proteger a menores que huyendo del hambre, las enfermedades, la guerra, la violencia… y actuando con furia contra los intentos de integrar en la sociedad a los que no han sucumbido en la evasión hacia un mundo mejor… La España de Santiago Abascal, odia a los niños que invaden la pureza de la sangre del imperio. Vergonzoso.