Intercalados, el pulso griego a Coubertain

Publicado: 01 jul 2024 - 10:30

Hace unas semanas recordamos las ediciones de los Juegos disputados en París, en los años 1900 y 1924, gracias al empuje del célebre Barón de Coubertain.

Ni Coubertain fue el único impulsor de la restauración de los Juegos ni tampoco fue un camino de rosas. Más bien una carrera de obstáculos, superando zancadillas, dentro y fuera de su país.

Uno de sus primeros enfrentamientos en el seno del recién creado Comité Olímpico Internacional se produjo contra los griegos, quienes después del éxito de la primera edición de 1896 pretendieron convertirse en sede permanente, incumpliendo la norma de cambio cada cuatro años.

La negativa de Coubertain provocó una crisis internacional entre Francia y Grecia, hasta que la guerra contra el Imperio Otomano (actual Turquía) por la isla de Creta centró el interés heleno. Coubertain tuvo vía libre para recuperar el control de los Juegos.

Pero las desastrosas ediciones de París 1900 y San Luis 1904, al ser mero acompañante de la Exposición Universal, con enorme pérdida de su esencia y la amenaza de desintegración del COI, reavivaron la reivindicación griega.

En 1901, el COI aceptó la propuesta griega de los ‘Juego Intercalados’. Se celebrarían de forma permanente en Atenas cada cuatro años, comenzando en 1906. De forma que, cada dos años, habría una cita: olímpica o intercalada.

Los historiadores discuten si Coubertain aceptó la idea para salvar los muebles de una organización tambaleante. O bien para ganar tiempo, intuyendo que la aventura griega no tendría continuidad.

Los Juegos Intercalados disfrutaron de una primera y única edición en 1906, borrada de los libros de la historia olímpica.

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