Ni le contesta ni le espera

En la España política se han perdido las formas y los códigos éticos. Todo vale en la retórica del “circo sanchista” mientras unos y otros se acusan de mentir, aunque los ciudadanos saben muy bien quien tiene cara de Pinocho y falso testimonio. La moral apenas es un vago recuerdo que deambula en las páginas dispersas del diccionario del olvido junto a palabras como verdad, concordia, convivencia o decencia. Con el homenaje laico de la dana, mal llamado funeral, asistimos de nuevo a la división de las dos versiones, de las dos Españas, de los dos bandos con sus dos verdades y sus muchas mentiras. También vimos esa polarización divisiva en la comparecencia de Sánchez ante la comisión del Senado del “no me consta” que investiga el caso Ábalos-Cerdán-Koldo. Desmontar la versión del contrario es el objetivo estelar de la política de hoy en día, sin atender a la razón objetiva de la realidad, esto es, de la verdad. Se usan sin ninguna reserva ni reparo los muertos para obtener rédito político, para desprestigiar a rivales como Mazón, si bien Sánchez es tan culpable de las negligencias de la dana. Se pacta con los herederos políticos de ETA olvidando a los más de 800 asesinados del terrorismo etarra y sus 300 crímenes sin resolver. Se favorecen territorios y ciudadanos de autonomías como Cataluña en virtud del apoyo de partidos condenados por el Supremo y amnistiados por el Gobierno, que les necesita como socios a pesar de la ruptura del prófugo golpista. Se llama asesinos a dirigentes políticos haciendo mal uso del partidismo en el Madrid de la pandemia, la Comunidad valenciana de la riada o la Andalucía de los cribados del cáncer sin reparar en la responsabilidad política compartida del Gobierno y las comunidades. La famosa cogobernanza que utilizó Sánchez durante el covid para lavarse las manos no vale en la dana de Valencia. Que Mazón y la Generalitat gestionaron mal la respuesta a las inundaciones torrenciales parece evidente, si bien el relato de la culpa siempre apunta a Mazón olvidando la huida cobarde del galgo de Paiporta, la limpieza del barranco del Poyo y el retraso en la ayuda por parte del Ejecutivo central durante tres días: “Si quieren ayuda que la pidan”, llegó a decir Pedro a sabiendas de que la memoria ciudadana es frágil si el aparato sincronizado de propaganda gubernamental sólo señala a Mazón y exculpa a Pedro. Hay mucha falsedad en el postureo político, demasiada premeditación y alevosía en los ataques despiadados contra el contrario, un vacío constante e intencionado de la sociedad que es gobernada sin misericordia por ciertas élites políticas, profesionales del egoísmo partidista, implacables en la subida de impuestos, insaciables en su ambición de poder.

La huida de Pedro hacia adelante, experto conversor de conejos de chistera en liebres de escapada, toca a su fin. Al sanchismo ni le consta ni se le espera, abocado al tacticismo del poder, sin importarle lo más mínimo las reglas de la democracia ni la pureza de los principios y valores obligados en un gobernante.

La huida de Pedro hacia adelante, experto conversor de conejos de chistera en liebres de escapada, toca a su fin. Al sanchismo ni le consta ni se le espera, abocado al tacticismo del poder, sin importarle lo más mínimo las reglas de la democracia ni la pureza de los principios y valores obligados en un gobernante. El tiempo calibrará la ruptura de Puigdemont con Sánchez, pues en su proyección de liderazgo ambos se han convertido para una gran mayoría en charlatanes de feria, en vividores de la política, en gestores despiadados de su propia supervivencia personal. Y mientras los jueces investigan la corrupción que acorrala a Sánchez en su entorno gubernamental, familiar y de partido, Pedro el circense volvió al enredo de la confusión retórica durante su comparecencia del Senado. Hace falta mucho cuajo para negar la evidencia, chistes y ventilador incluidos, sabiendo como certifican la UCO y los jueces que la mentira sistemática ha ido cediendo ante la verdad. Primero lo negaron, después fueron bulos de los pseodomedios, posteriormente la emprendieron contra los jueces fachas y finalmente todo va tomando forma en los sumarios judiciales y los informes policiales.

Pedro gafotas aguantará el turrón y las uvas, pero es improbable que pase del verano. No puede, aunque quiera. Da igual el abandono de un prófugo de la Justicia, porque el problema ya no es sólo político. Ahora el sanchismo se enfrenta al destino judicial, a la posibilidad de una investigación por financiación irregular del PSOE, a la vergüenza pública de un hermano y una esposa imputados, un secretario de organización encarcelado y otro que fue ministro también imputado. Sánchez debe responder por un fiscal del Estado enjuiciado, por la financiación de las saunas y por el prostíbulo en el que una parte del sanchismo ha convertido la política española. Pero la semana horrible de Pedro se cura con otra cortina de humo, con el cribado de mamografías andaluzas y las sucesivas versiones del Ventorro, con más desmemoria de la memoria, con otro comodín de Franco para ganar tiempo a la Legislatura muerta y tratar de llegar a la frontera del verano. Sin presupuestos y sin la mayoría de las minorías, Pedro el escapista ha de afrontar el destino de su epílogo, aunque sólo sea para optar al futuro aforamiento en la oposición. Su falta de credibilidad en la comisión del Senado está precedida por su afición a la mentira, su ausencia de escrúpulos y su ambición de poder.

El prófugo rupturista

Que Puigdemont es rupturista ya lo sabíamos. Su política de ruptura con España quedó reflejada en la Declaración Unilateral de Independencia que protagonizó durante 8 segundos tras un referéndum ilegal en 2017. Pero ahora, el prófugo ensaya una nueva modalidad de ruptura, esta vez con Sánchez y el PSOE, cuando son dos partidos antagónicos unidos por su apego al poder y la necesidad personal. Sánchez porque necesitaba y necesita a Junts para su mayoría de minorías que hace tiempo que no tiene. Puigdemont para la ansiada amnistía que el Supremo no aplica porque la sedición golpista lleva aparejado un delito de malversación. Por tanto, asistimos a una reafirmación del prófugo rupturista quien, temeroso ante el ascenso de Alianza Catalana y de Silvia Orriols, trata de distanciarse ahora del sanchismo con el que ha cohabitado en permanente chantaje de cesiones a Cataluña fomentando la desigualdad entre territorios y españoles. El prófugo rupturista se muestra dispuesto a hablar si Cataluña sale beneficiada, lo cual es más de lo mismo, pero con Pedro en soledad de su final.

Sin presupuestos, elecciones

La pinza que el PSOE y Vox ejercen sobre el PP tiene en Extremadura la primera prueba de fuego y relato. La presidenta extremeña, María Guardiola, ha adelantado elecciones autonómicas al 21 de diciembre ante la imposibilidad de sacar los Presupuestos de 2026 por el bloqueo de PSOE y Vox, lo que se conoce ya como la psoevoxmanía progre-ultra. Guardiola ejerce así la coherencia que predica Feijóo ante Sánchez. Sin Presupuestos no se puede gobernar y lo que procede es convocar elecciones, algo que Guardiola hace en Extremadura, pero Sánchez no cumple en España. El objetivo de Guardiola es sumar más escaños que la oposición, aunque no logre mayoría absoluta, que se sitúa en 33 escaños. Ahora mismo, los sondeos le dan ventaja al PP sobre el PSOE, que además cuenta con un candidato imputado por el caso de hermanísimo de Sánchez. Sobre Miguel Ángel Gallardo pesa su aforamiento irregular y precipitado y la baza electoral de Guardiola con el cierre de la central de Almaraz que Moncloa debe parar. La máxima “sin presupuestos, elecciones” se cumple en Extremadura mientras Pedro la ignora en España.