Luchando por Ourense

Con frecuencia trato de seguir los consejos de mi buen amigo Lalo Pavón, que en las lides periodísticas está muy al día y sabe aconsejar muy bien. Hay una idea que repite y en la que estoy totalmente de acuerdo. Suele decir Lalo que uno de los defectos de Ourense es valorar lo de fuera más que lo que en casa tenemos, aunque muchas veces es superior.

Tengo una experiencia que creo que ya conté aquí. En una visita a Ourense entré en una paragüería, siendo así que aquí en Lisboa hay grandes establecimientos dedicados al ramo. Pero a la persona que me atendió en Ourense le dije que compraba el paraguas aquí porque por algo es la tierra de los afiladores y paragüeros. Mi enfado fue grande cuando al decirle esto me respondió muy ufana la persona que me atendía: “Fora de aquí hainos mellores”. Di media vuelta y le dije que así nunca enaltecerá a “terra da chispa”. Y me fui enfadado.

Pues con La Región pasa algo parecido. En más de una ocasión sale el “listillo” de turno hablando mal con calificativos pésimos sobre este diario. Porque tenemos que caer en la cuenta de una vez por todas de que los periódicos provinciales desarrollan una labor fuera de serie y son parte de la historia de la provincia. Es el acontecer diario el que va rellenando estas páginas cada día. Y sería imposible descubrir la historia de Ourense sin acudir a estas páginas, que son testigo vivo del acontecer diario provincial y local. No solo las esquelas, sino todo lo demás que lo van elaborando un grupo de profesionales cada día. En concreto, quisiera referirme a dos sin olvidarme de aquel “Sobre la marcha…” de Alonso.

En primer lugar, la labor que desarrolló en estas páginas Maribel Outeiriño, tantas veces injustamente incomprendida. “Los 4 tiempos” es algo sumamente importante porque recoge la Historia con mayúscula desde el nacimiento de este diario. Y ahora nos ofrece además una primera página a color. Es imprescindible para la Historia de Ourense repasar diariamente esta sección. Gracias Maribel y gracias Javier, y sabéis que desde siempre contáis con mi entrañable amistad.

Y la otra sección merece guardarla y, una vez encuadernada, que ocupe un lugar de privilegio en cualquier biblioteca ourensana que se precie. Me refiero a Rafael A. Salgado y sus reiterados artículos “Ourense no tempo”. La serie de datos contrastados que nos ofrece son para leerlos y ponernos al día en la historia de este pueblo y el desarrollo de las distintas partes de la ciudad. Enhorabuena también.

Todas estas líneas únicamente para que algunos caigan en la cuenta de que aquí, en este Ourense termal, existe arte, cultura e incluso clima que cada día va recogiendo “nuestro” periódico diario. Son ya más de cien años los que día tras día nos van llegando los aconteceres alegres y tristes de la provincia desde estas páginas. Despreciarlo es, cuando menos, una injusticia que la historia juzgará. Y a ver si el consejo de Pavón lo llevamos a la práctica todos, cada uno desde su lugar.

Esta es la manera de enaltecer a un pueblo como el nuestro, un Ourense entrañable que posee de todo y para todos. Despreciar este legado nunca va a ser reparado.