Jenaro Castro
TRAZADO HORIZONTAL
Abono único del embuste
La noticia del fallecimiento a los 78 años de edad de Marianne Faithfull ha causado indudablemente un impacto considerable por cuanto, más allá de los tópicos habituales, era una mujer de un talento extraordinario en muchas facetas diferentes del arte y la cultura. Fue cantante y compositora, pero también actriz de cine y teatro, uno de los iconos del Swinging London merced sobre todo a su relación sentimental con Mick Jagger entre 1966 y 1970 y una personalidad en muchos aspectos fascinante.
Muy probablemente su controvertido origen familiar pudo en gran medida predestinarla a tener esa singularísima vida que estuvo siempre entroncada con sus aventuras en todos los ámbitos. La madre de Marianne era la baronesa Eva Erisso, procedente de una antigua familia de nobles austrohúngaros, los Von Sacher-Masoc y su tío-abuelo era el Barón Leopold Von Sacher-Masoch, cuya famosa novela ‘La Venus de las Pieles’ dio origen en su día al término masoquismo, referido especialmente a prácticas sexuales. La Baronesa Erisso pasó por graves problemas cuando las tropas de la URSS ocuparon Austria hasta que a través de uno de sus hermanos, que estaba luchando en Yugoslavia con los partisanos de Tito, conoció al que sería su marido y el padre de Marianne, el comandante del ejército británico Glynn Faithfull.
Nacida en Inglaterra finalizada la guerra el 29 de diciembre de 1946, a pesar de las vicisitudes económicas de su desestructurada familia, tuvo acceso a una buena educación merced a lo cual adquirió un alto nivel cultural, conociendo desde muy joven tanto a Moliére, Victor Hugo o Shakespeare como a Kafka, Sartre, Celine o Simone de Beauvoir. No tardó en aproximarse en torno a 1962-63 a la incipiente escena del jazz, el rock y el blues en los clubes como el Ronnie Scott, El Ealing o el Marquee, pero sin embargo en ese momento, aunque le gustaba, ni conoció a los Rolling Stones ni se dedicó a la música. Se hizo actriz y en el ambiente del teatro conoció a quien sería su primer marido, John Dunbar, que tenía muchos amigos en el mundillo musical del Londres de mediados de los 60. Fue justamente en una fiesta de presentación del primer disco de uno de los fichajes del sello del manager de los Stones Andrew Loog Oldham, Adrienne Posta. Según la leyenda, Oldham se prendó de Marianne y la convenció para grabar un disco, un single que no sería otro que “As Tears Go By”, un tema firmado por Mick Jagger y Keith Richards que luego también grabarían los propios Rolling Stones.
El hecho de que fuera la pareja de Mick Jagger sin duda propició que jugara un papel importante en la historia de los Stones en la segunda mitad de los 60 junto a Anita Pallenberg, a su vez pareja de Keith Richards. Todo el mundo que conoció al grupo en aquellos años coincide en que Marianne ejerció una influencia inmensa en Mick, comparable o análoga a la que Yoko Ono pudo ejercer en John Lennon. Se dice por ejemplo, que el líder de los Stones leyó la novela ‘El Maestro y Margarita’, en cuya história se basó la letra de “Sympathy For The Devil” por sugerencia de Marianne y en 1969, coescribió con él y con Keith “Sister Morphine”, que grabó primero la propia Marianne para la cara B de su single “Something Better” con Ry Cooder en la guitarra, Jack Nitzsche en el piano y el propio Charlie Watts en la batería. Precisamente uno de sus momentos estelares como cantante fue interpretando “Something Better” en el show musical ‘The Rolling Stones Rock´n´Roll Circus’ en diciembre de 1968. Posteriormente y como es sabido, los Stones a su vez grabaron “Sister Morphine” para ‘Sticky Fingers’ en 1971.
Pero Marianne era una estrella que brillaba con luz propia. En esos años todo el mundo del rock estaba enamorado de ella, desde Jimi Hendrix, que se le insinuó claramente y le confesó que había escrito “The Wind Cries Mary” pensando en ella a David Bowie, quien le pidió directamente que hiciera sexo oral con él pasando por el mismísimo Bob Dylan, quien la invitó a pasar una velada con él en su habitación del Hotel Savoy en Londres y le dejó que escuchase varias canciones inéditas suyas que preparaba para su siguiente álbum.
Marianne aseguraba en su libro ‘Una Autobiografía’ (Ed. Celeste, 1995) que Dylan intentó llevársela a la cama pero que ella rehusó al encontrarse embarazada de su primer hijo con John Dunbar, Nicholas, además de confesar que era tal su admiración por él, que se sintió intimidada y bloqueada ante la idea de pasar una noche de sexo con un mito de esa naturaleza. Según Marianne, Dylan montó en cólera y la echó de su habitación de muy malas maneras, aunque posteriormente se disculparía con ella.
En cuanto a su carrera como actriz, su primera aparición profesional en el teatro fue en 1967 en una adaptación teatral de ‘Las Tres Hermanas de Chéjov’ en el Royal Court Theatre de Londres, en la que interpretó a Irina junto a Glenda Jackson y Avril Elgar, mientras que en 1969, en el Round House, encarnó a Ofelia en ‘Hamlet’. En la gran pantalla, el año anterior se interpretó a sí misma en la película de Jean-Luc Godard ‘Made in U.S.A’. y en 1968, protagonizó a una motociclista vestida de cuero negro en la película ‘La chica de la motocicleta’ con Alain Delon. Años después, siempre se la recordará en la película británica de terror ‘Ghost Story’ de 1974 y muy especialmente, su maravillosa interpretación como protagonista de ‘Irina Palm’ en 2007 junto al conocido actor serbio Miki Manojlovic, intérprete icónico de muchas de las mejores cintas de Emir Kusturica.
“Lamenté muchísimo la muerte de Brian Jones”, aseguraba en el antedicho libro de memorias.
“Yo ya estaba enganchada a la heroína, mi relación con Mick se estaba desmoronando y Brian me despertaba una mezcla de compasión, ternura e inquietud muy grandes. Vi en su muerte una suerte de metáfora que me apliqué a mí misma. Su destino pudo haber sido el mío”. Y pudo haberlo sido: pocos días después de la muerte de Jones, Marianne intentó suicidarse con una sobredosis de tranquilizantes y el trauma que esa experiencia dejó en Mick Jagger le inspiró la letra de otro clásico de los Rolling Stones: “Wild Horses”.
La heroína la separó por completo de Mick Jagger, de la música y la arruinó totalmente, tanto que incluso durante un tiempo vivió durmiendo en la calle como una auténtica homeless. Tras su desintoxicación y su rehabilitación, retomó su carrera en el audiovisual y el teatro así como especialmente en la música. Editó en noviembre de 1979 un excelente trabajo llamado ‘Broken English’ de rock-punk-new wave en el que entre otras grandes canciones había una magnífica versión de “Working Class Hero” de John Lennon y en 1997 adquirió gran repercusión por su colaboración con Metallica en su tema “The Memory Remains” entre otros trabajos, como sus excelentes álbumes ‘Rich Kid Blues’ de 1985 y ‘Before The Poison’ de 2005.
Una mujer símbolo de todo el glamour por un lado y de las contradicciones por otro de todo lo fueron los años 60, inteligente, sensible, culta, pero quizá también por ello, compleja y controvertida. Como tituló en uno de los capítulos de su autobiografía, “Si yo soy Mary Shelley ¿dónde está mi Frankenstein?”.
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