¿No ves que es autista?

CLAVE GALICIA

Publicado: 17 jul 2025 - 05:20

Opinión en La Región.
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El chaval jugaba al tren por el perímetro del parque. El padre lo vigilaba a unos metros descontando combustible en cada vuelta. Con el patinete del cativo colgando del brazo ofrecía la estampa de la resignación en vacaciones. Una turista se detuvo en la vía imaginaria para fotografiar la luz que se acababa de posar en unas flores. Entretenida en el enfoque no se percató de que el chucuchú se aproximaba sin intención de detenerse. Respondió con un paso atrás a los mechones rubios que le pasaron a milímetros del visor como la cortinilla del obturador, pero ella no pidió disculpas ni el padre las verbalizó.

La turista regresó a la foto. Un jubilado que calentaba el esqueleto al sol del mediodía en los jardines de Méndez Núñez de A Coruña creyó que debía aportar un reproche a la escena. “Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte, eh”, soltó con un tono comprensivo. El padre no entendió la complicidad del que antes se ha comido muchas horas de imaginaria en el parque. “¿Pero qué dice?”, se encaró. “Casi se lleva por delante a la mujer y quizá debería decirle algo a su hijo”, contestó el hombre ya con la sonrisa encogida al no esperar esa reacción. “¿No ve que es autista?”. Al hombre le costó unos segundos encajar el enfado del interlocutor. “¿Cómo iba a saber que el chaval es autista?”, se disculpó. “Pues ahora ya lo sabe”, soltó el padre sin detenerse. El remordimiento cabeceó en el hombre. Sin motivo porque el chófer de anécdotas había pensado lo mismo sobre la mala educación tanto del niño como del progenitor en el banco de al lado, pero por una vez contuvo la lengua.

Según la Federación Autismo Galicia se estima que en España puede haber unas 450.000 personas con trastornos del espectro autista (TEA), 27.000 en Galicia, con un incremento en la prevalencia de un caso cada 100 nacimientos.

Durante el confinamiento por la pandemia de covid se viralizó la campaña de los globos azules para que no padeciesen los ataques de la poli de balcón. Algunos padres colocaron lazos azules en las muñecas de sus hijos para salir a la calle pero otros criticaron la medida al considerar que era una manera de marcarlos. “Me ha dejado bien jodido”, bisbiseó el hombre cuando el chacachá completó otra vuelta.

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