Sonia Torre
UN CAFÉ SOLO
Las nostalgias
Comenzamos un nuevo año que la Iglesia lo hace con el Jubileo ordinario de 2025 y que se encuadra dentro del esfuerzo del papa por la renovación de la Iglesia. Y a ello se añade el Sínodo, en el que todos los fieles llevan más de un año trabajando. El papa ya abrió solemnemente la Puertas Santas de las cuatro basílicas romanas, ritual con el que comienzan los eventos jubilares. Después de más de 20 siglos, la Iglesia necesita una puesta a punto y una profunda renovación y en ello esta empeñado el papa Bergoglio
Se acerca también el Día de Reyes, día por cierto muy infantil. Y vienen a la memoria de este mundo los miles de niños que han muerto este año a causa de las increíbles guerras que se están cebando en los más pequeños. ¡Cuánto dolor! Que incluso ha hecho llorar al papa, quien reiteradamente ha hecho llegar al mudo su incontenible dolor. Terribles guerras que asolan el mundo en sus más tiernas raíces. El papa y los responsables mundiales se cansan de clamar por la paz, que por desgracia no llega, con muy triste panorama cuyo final no se ve llegar.
Este año que comienza, dedicado al Jubileo y al Sínodo, está llamado a ser diferente y a luchar por la paz. Veremos si de una vez llega, siendo al menos un poco utópico. Nunca como este año, desde el papa hasta los mandatarios mundiales han elevado sus voces más altas para pedir al mundo que deje las armas, mientras miles y miles de personas de todas las edades dejan sus vidas en las calles y todas sus moradas se ha convertido en unos lamentables escombros que van a demorar mucho tiempo y unos desembolsos tremendos para reconstruir aquellos edificios.
Y lo más penoso y grave es ver a tantos niños en medio de los escombros y una gran parte de líderes fomentando esas luchas increíbles. Mientras el mundo siga así, ardiendo edificios y enviando misiles unos a los otros, la cosa nunca podrá ir bien.
Sería interesante una ley que regulase la fabricación de los juguetes, eliminando todos aquellos que recuerdan actitudes bélicas
Toda esta serie de acontecimientos no cabe duda que han de dejar en la mente de los niños una marca imborrable, difícil de borrar. Sería interesante una ley que regulase la fabricación de los juguetes, eliminando todos aquellos que recuerdan actitudes bélicas.. Estamos observando cómo son miles de niños los que tienen como juguete muchos que incitan sus mentes infantiles para la práctica de actitudes de guerra.
Hemos observado cómo son ya muchos los que toman en sus manos escopetas o pistolas y son capaces de ir a un colegio y atacar a compañeros y profesores. ¿Por qué? Personalmente tengo mi respuesta. Y es que desde pequeños ya saben cómo se manejan instrumentos bélicos. ¿Quiénes facilitan estos conocimientos, la forma de manejarlos? Y, lo que es más grave, ¿cómo los progenitores ofrecen ahora en estas fechas y a lo largo del año esta serie de “juguetes”?
Es necesaria una ley universal que regule, como decimos, lo que son juguetes infantiles y todos aquellos instrumentos capaces de crear futuros terroristas y personas capaces de manejar estos “artilugios” para convertirlos en armas capaces incluso de matar. Estas son las bases para crear una sociedad insegura y que a poco que progrese en edad se convertirá en criminales e potencia.
Es así como, por ejemplo, se condena al secretario general de la ONU e incluso a ortos mandatarios. Al papa, por más que condene esta situación, ni caso se le hace por mucho que grite y clame por la fe en este mundo convulso.
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