Todo en orden

MUJERES

Publicado: 01 jun 2025 - 02:15

Opinión en La Región.
Opinión en La Región. | La Región

Hace unos días saltó a la actualidad la noticia de que bastantes aviones tuvieron que desviar sus vuelos para llegar a su punto de destino. En sus rutas se encontraron con basura espacial. No sé exactamente si fue esta clase de desperdicios, o el resultado de un nuevo experimento. Sea como sea y según un informe de la NASA, al año caen en la Tierra entre 50 y 100 toneladas de basura espacial que generalmente acaban en el mar. Esa inmensidad a la cual va a parar todo lo que no gusta. Y esos artilugios no son eternos aunque pudiera parecerlo. Todos llevan fecha de caducidad.

O sea, el planeta está dentro de una extraña y apretada jaula giratoria, a través de la cual millones de ojos transmiten todo de todos los que poblamos el planeta; no hay escapatoria a su mirada.

Pero este tipo de desechos no son comparables ni compatibles con la basura convencional que se produce en la Tierra. Esa basura puede llegar a ser tóxica para toda la atmósfera del planeta. Entre los componentes con que se fabrican estos “aparatejos”, llevan entre otros integrantes, polímeros, metales y fibras de carbono que caen progresivamente sobre todo lo que conocemos y lo que no. Es curioso ver en las fotografías tomadas desde el exterior del globo azul, como este se nos muestra rodeado de una apretada e increíble red de satélites, al modo de “los pájaros” de Alfred Hitchcock. O sea, el planeta está dentro de una extraña y apretada jaula giratoria, a través de la cual millones de ojos transmiten todo de todos los que poblamos el planeta; no hay escapatoria a su mirada. Y al mismo tiempo, facilitan que sepamos los unos de los otros, nos veamos, nos sigamos, y nos comuniquemos. Se acabó la intimidad.

A mí personalmente, la palabra jaula, y menos con ojos, por muy de oro que sea, no me gusta. Supongo que a veces, a pesar de tener barrotes muy separados por los que entra y sale el aire a voluntad, la respiración puede dejar de ser normal. El aire entra y sale, pero lo que hay dentro no. Algunos de estos ingenios, concretamente los más pequeños, pueden desintegrarse al atravesar el firmamento. Esa barrera que nos libra en mayor medida de todo aquello que pretende quedarse aquí, o bien aniquilar el hogar que nos acoge. Pero la caída de los grandes armatostes, según los estudiosos del tema, produciría todo lo que nos impediría contarlo. O sea, ustedes me entienden, queridos lectores. Una teoría dice que el eje de la Tierra está inclinado por el choque de un meteorito gigante. Pero tranquilos, de momento, afortunadamente, todo en orden.

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