Ourense, ¿los salarios más bajos de España?

Así es, ¡y Ourense está con su pobreza en máximos! Únicamente los servicios sociales prestados por Cáritas reflejan 10.048 personas atendidas a lo largo del pasado año con un incremento de casi 2.000 personas respecto al año 2023.Y con Cáritas declarando el estado de alarma social en el territorio ourensano. Todo ello agravado con el problema de falta de oferta en el mercado de la vivienda (con 119.000 viviendas vacías, el 42% del parque de viviendas provincial, según el INE) y su elevado precio. Lo cual, con su comedor social desbordado, continúan siendo los dos factores que más preocupan a los responsables de esta entidad en Ourense cara al año en curso. ¡Vaya panorama social nos está quedando en la ciudad de las fiestas y verbenas perpetuas pagadas con los dineros de nuestros impuestos! Este es el Ourense que algunos no quieren ver, el de la exclusión social, el de la precariedad, o el de los salarios más bajos en la comparativa con las demás provincias gallegas.

Que ya está bien de tanta desigualdad económica y laboral. Además, según el IGE, es la provincia gallega con el salario medio anual más bajo de nuestra comunidad autónoma

Precisamente, en el Ourense con las pensiones más bajas de toda España, al igual que nuestra renta per cápita, no es de recibo que los empleados y empleadas de la alimentación en Ourense ganen menos que los de Pontevedra o A Coruña, no lo es. Por lo que espero que el convenio de la alimentación ourensano sea igual, en condiciones laborales y retributivas, al resto de provincias gallegas. Que ya está bien de tanta desigualdad económica y laboral. Además, según el IGE, es la provincia gallega con el salario medio anual más bajo de nuestra comunidad autónoma. Y es que el constante aumento de los costes de la vida está empeorando progresivamente las condiciones de vida de los hogares ourensanos, dejando como resultado un recrudecimiento de la pobreza.

Por eso, mi reconocimiento a los hombres y mujeres que colaboran y trabajan altruistamente con Cruz Roja, Cáritas, o el Banco de Alimentos, entre otras, ayudando a las personas que peor lo están pasando en nuestra ciudad. Cada vez hay más jóvenes y más hogares vulnerables con menores de edad a cargo de una madre sola, o de un padre solo, y eso se percibe de una manera cristalina en las diferentes organizaciones sociales. La precariedad, el aumento desmesurado del precio de los alimentos y suministros básicos, como los carburantes, la luz, o el alquiler de una vivienda, están derivando a muchas unidades familiares a solicitar ayuda para poder hacer frente a sus gastos más necesarios e imprescindibles. Y es que los programas de ayuda resultan totalmente insuficientes ante el aumento de la pobreza y el alto riesgo de exclusión social de muchos ourensanos y ourensanas. Esta es la realidad que podemos ver también en diferentes parroquias de la ciudad.

Priorizar el gasto público en políticas sociales es imprescindible en este contexto, y sobre todo desde las administraciones locales, ellas son las administraciónes más cercanas al ciudadano, quien mejor conoce sus necesidades, y la que debe ser su apoyo y sostén. Por eso mismo me cuesta entender cómo administraciones locales, como el Concello de Ourense, despilfarran dinero público a manos llenas en fiestas y verbenas, sin ton ni son, mientras miles de ourensanos tienen que pedir comida o ayuda para sobrevivir. ¡Este es el Ourense que nos están dejando!