La partida de ajedrez

Publicado: 18 oct 2025 - 00:45

Opinión en La Región
Opinión en La Región | La Región

El 12 de enero de 2007, publicaba el joven milenario una reflexión sobre el juego de ajedrez, que titulaba “Reyes y peones”. El éxito de la partida de ajedrez descrita hace 18 años se reproduce hoy entre Erostrato (rey negro) y Donald Trump (rey blanco). Los árbitros, Netanyahu y Putin. El tablero, un gigantesco Risk; los peones, los más psicópatas del ejército israelita (fichas blancas), los soldados de Artajerjes III, fichas negras; alfiles, los millonarios de USA (blancas), los integristas del Talmud, negras; caballos, los misiles tomahawk (blancas), los cosacos de Crimea (negras); torre blanca, La Casa Blanca, y torre negra, las lamentaciones.

En su imbecilidad Trump cree controlar la partida. En su necedad Erostrato cree alcanzar la inmortalidad. En su maldad el soldado israelita asesina a los cosacos de Crimea.

Hay quien juega con la igualdad para engañar y mantener su privilegiada posición de desigualdad (Elon Musk). La ambición, una estrategia. La traición, una mala jugada. Política, religión, ideología, pensamiento, razón y fe, instrumentos del juego. Las reglas, ¿de quién y para qué? Un olor pestífero invade la partida, reyes, alfiles y caballos defecan, sudan, orinan... Solo en Versalles se respiran tan apestosos olores. En su imbecilidad Trump cree controlar la partida. En su necedad Erostrato cree alcanzar la inmortalidad. En su maldad el soldado israelita asesina a los cosacos de Crimea.

En su traición Yahvé mata a los árbitros y crea los Jundenrat para controlar al mundo. El espíritu de Donald Trump cree alcanzar la impermanencia porque ignora que en el budismo es fuente de eterno sufrimiento.

El SER observa desde la Nada cómo los aficionados al diletantismo conducen al horror de multiplicar las partidas en las que el ser humano se deshumaniza.

Mientras, el aleteo de una mariposa pone final al paraíso y el caos gana la partida.

Contenido patrocinado

stats