Perdón por la molestia | A lo grande, aquí hay mucho BIC

El periodista Jesús Quintero pregunta al filósofo Antonio Escohotado (allá van los dos) durante una entrevista: “¿En política se venden muchas manzanas podridas? No más que en las fruterías”, le responde el interpelado. Es decir, cómo no vamos a estar gobernados por estultos si es la sociedad en su conjunto su germen y alimento. No habrá en el servicio público más podredumbre que en la frutería ciudadana. Pero hay que ser optimistas, no está todo perdido. En la misma entrevista Quintero quiere saber si el pensador tiene la sospecha de que “aumenta el número de tontos”.

“No insista, no me lleve por ahí, yo soy muy optimista”, contesta con el dobladillo de la inteligencia. Este periódico planteó en dos días de esta semana una aparente contradictio in terminis, quizá sin pretenderlo, fruto del anverso y el reverso que representa el acierto y el desacierto de algunas decisiones institucionales. Desplegaba velas informando que el Entroido y sus infinitos pliegues serán estudiados en las escuelas porque había sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Dos días después las replegaba porque el temporal de la ignominia pública podría tumbar el palo mayor. La Región recordaba cómo se extiende la desertización cultural al tener cerrados casi todos sus espacios museísticos. La última inventada, que diría Pedro Sánchez, es convertir en un bareto el Museo Municipal, cerrado por falta de vocación cultural en la Praza Maior, cuyos moradores se han quedado en Gabinete Caligari, que ya aventuraba lo de “bares, qué lugares tan gratos para conversar”. Y no esperen mucho más en la línea argumental municipal. Mientras el Entroido camina a ser Bien de Interés Cultural, en el Concello esperan que su gestión merezca la declaración de Bien de Ignorancia Cultural, cuyo acrónimo también es BIC.

Este es el plan: copas en el museo, tapas en el Santo Cristo, licor café en el Puente Romano a la caída de la tarde

Planes rompedores para otros tiempos

Con el Ourense capitalino desmembrado (cuando no apesebrado) en lo cultural, estamos abocados a que los dictadorzuelos retomen como suyo el último parte de la Guerra Civil: “Cautivo y desarmado” el Ourense vital y pinturero de otros tiempos “las tropas” de lo zafio “ha conquistado sus últimos objetivos”. Por lo tanto. en la presuntuosa y pretérita Atenas de Galicia “la guerra ha terminado”. Lo siguiente sería recuperar los Festivales de Coros y Danzas o los Juegos Florales, pero ni por conocimientos históricos ni por vivencias generacionales en el Concello saben de esto tampoco. Sí conocen, según ha trascendido, otras apuestas que están a punto de ver la luz. En las dependencias municipales se trabaja (trabajar y Concello igual es otra contradicción) en la confección de miles de pulseras “todo incluido” como las de los hoteles o conciertos para repartir entre todos los ciudadanos. El coitado ourensano debe firmar una declaración jurada de que votará a los de hoy cuando toque y a cambio podrá lucir en la muñeca el salvoconducto que abre todos los espacios culturales de la ciudad. La ruta del todo incluido arranca con unas cañas en el Museo Municipal, para seguir con el tapeo en la capilla del Santo Cristo, un postre al baño María en As Burgas, concluyendo con unas rondas de licor café maravillándose con la puesta de sol que se ve desde el Puente Romano. Será entonces cuando el Concello exigirá que la ciudad sea declarada BIC: Bebe, Incluso Come. Es otro de los significados atribuibles a su política cultural. Ya estoy viendo a todos los ourensanos con su pulserita.

Decía Antonio Escohotado que en política no hay más manzanas podridas de las que se ven en las fruterías

Recuperando los exitosos bonos

Aupado por el éxito del bono comercio, ese pan para hoy y hambre para mañana que supuso para el sector la regalía municipal del 2023, ahora se planifican iniciativas similares, pero para consumo interno. Trascendió que los policías locales reclaman a la institución que les debería abonar sus retribuciones la friolera de ocho millones de euros. Casi 60 agentes presentaron una denuncia poniendo en evidencia que carecen de medios y que se juegan el tipo en el curro. En el grupo de gobierno resoplan por la que se les viene encima, pero saben en el fondo que los trabajadores municipales amagan mucho pero apenas pegan. Deciden poner en marcha un plan de contingencia consistente en la entrega de una serie de bonos como los del comercio para que los agentes puedan comprarse sus propios medios, incluyendo armas o balas. Como en la Consistorial todo se concibe a lo grande, bautizan los cheques como BIC. Y allá que se van los uniformados de compras, pero su chasco es mayúsculo cuando no lo pueden validar porque no hay fondos y nadie fía un euro al proyecto municipal, por ser un Bono de Inteligencia Caducado, que también es un BIC, claro.

Razones para no conciliar el sueño

Casi la mitad de los ourensanos tienen problemas para dormir, como contó La Región. Sospecho que la razón no es ninguna de las enumeradas, serán otras más serias, más individuales. En política se cree que la mejor terapia para sobrellevar la falta de descanso en cama es la emisión de otros carnés, llamados Bonos para Insomnes Conformes (BIC) para lograr anestesia, que no es lo mismo que sueño. Estas manzanas, aparentemente podridas, estaban en la frutería cuando las compramos. Tenía razón Escohotado, una vez más.

Mira tú | Cuando dos elefantes se pelan, ¿quién sufre?

Mira tú de qué manera una protesta de padres de alumnos del IES As Lagoas acaba enquistándose y dejando consecuencias que no benefician a nadie. Mira tú como las razones se estampan de un flanco a otro como bolas sobre el tapete del billar. Mira tú hasta qué punto se hace bueno el refrán de que cuando dos elefantes se pelean quien sufre es la hierba. Mira tú como la profesora señalada, ahora de baja, ha encontrado entre sus compañeros solidaridad y comprensión. Mira tú como los padres de los alumnos han hecho valer también sus objeciones y conseguido un docente sustituto, en apariencia suficiente para que vuelva la paz. Mira tú como la polarización hacia la que caminamos todos sin remedio agrava unas posiciones que tal vez deberían acercarse sin llegar tan lejos. Mira tú como crece la sospecha de que en esta guerra ya hay varias víctimas: padres, alumnos, profesora, docentes, administración y sistema educativo. Mira tú.