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Como nos ha recordado la prensa local, el próximo 26 de septiembre se cumplirán 250 años del fallecimiento del Padre Feijóo, pensador y ensayista nacido en la aldea orensana de Casdemiro en Pereiro de Aguiar el 8 ded octubre de 1676.
La importancia de su obra y de su pensamiento queda patente en que la historia lo ha considerado como uno de los referentes intelectuales de más relive en la cultura orensana entendida desde una perspectiva amplia y multidisciplinar.
Destacado por su defensa de la ciencia y la racionalidad abordó con sabiduría diversos ámbitos del saber, que son objeto de estudio y de consideración por los especialistas. Yo ahora quisiera referirme a una cuestión en que fue pionero y está olvidado: "La defensa de la igualdad entre los hombres y las mujeres."
En efecto, en el primer cuarto del siglo XVIII, siglo de la razón, comienza la opinión pública a cuestionarse el tema de la educación deficitaria de la mujer. El Padre Feijóo publica por entonces(1726-1740) una obra extensa bajo el título de "Teatro crítico universal". En uno de sus nueve volúmenes se defiende la igualdad de entendimiento de hombres y mujeres. Así se expresa el fraile ilustrado sobre esta cuestión: "En gran empeño me pongo, no es ya solo el vulgo ignorante con quien entro en contienda, defender todas las mujeres, viene a ser lo mismo que ofender a todos los hombres, pues raro hay que no se interese en la precedencia de su sexo con la desestimación del otro. A tanto se ha extendido la opinión común en vilipendio de las mujeres, que apenas admite en ellas cosa buena. En lo moral las llena de defectos y en lo físico de imperfecciones, pero donde más fuerza hace es en la limitación de su entendimiento" Un poco más adelante añade: "Aquellos que ponen tan abajo el entendimiento de las mujeres, que casi lo dejan en puro instinto, son indignos de admitirse a la disputa".
Estas ideas del fraile armaron un gran revuelo y em pezaron a salir a la luz decenas y decenas de folletos que se adscribían a estas ideas o las rechazaban. Por supuesto la mayoría de ellos estaban contra el Padre Feijóo, aunque algunos ilustrados las apoyasen.. En definitiva el benedictino fue tan vilipendiado por someter sus juicios a la razón argumentativa, criticando toda teoría que solo viniere avalada por la autoridad y la tradición que el propio Fernando VI en 1750 prohibió en unas pragmáticas que las obras de Feijóo fueran impugnadas.
Ahora que el sentido común y la cultura occidental están con toda razón por la igualdad de las mujeres y los hombres en derechos y deberes, resulta no solo oportuno sino un acto de justicia recordar al benedictinoFrayBenito Jerónimo Feijóo como un pionero olvidado en la reivindicación de los derechos de la mujer y su igualdad con los hombres.
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