¿Quién gana las guerras?

Publicado: 25 dic 2024 - 22:58

Como no podía ser de otro modo, en este tiempo de Navidad el Papa está reiteradamente insistiendo en la paz y el amor en la humanidad tan ultrajada por todas partes. Tanto en las alocuciones de los miércoles como en el “Angelus” de los domingos es la tónica que guía al Papa argentino.

Y vemos como Ortega y su esposa que comparte el poder allí, cada día son más rígidos sobre todo con la Iglesia deportando a Obispos y clérigos y llenando las cárceles de eclesiásticos, de creyentes en general

A los seminaristas de Toledo les ha recordado que “Sean instrumentos de paz a través de la Caridad”. y del cambio de la sociedad siguiendo la doctrina de la Iglesia desde la primera Encíclica social que publicó León XIII, la “Rerum Novarum” y les recordó que el día 8 fue dia de oración por Nicaragua.

Pero sobre todo sigue insistiendo en la paz en medio de tantas guerras que está destruyendo tantos niños inocentes que van muriendo día tras día.

Suele decirse que en las guerras nadie gana. Todos pierden, comenzando por lo más grave que es la pérdida de vidas humanas. Son cientos de miles ya los muertos en las guerras actuales tanto en centro Europa como en el Líbano o en todo el Oriente sin olvidarnos de Nicaragua que clama al cielo el derrotero por el que se encamina el régimen sandinista. Y vemos como Ortega y su esposa que comparte el poder allí, cada día son más rígidos sobre todo con la Iglesia deportando a Obispos y clérigos y llenando las cárceles de eclesiásticos, de creyentes en general.

Pero lo grave son los que ganan en estas confrontaciones. Los que ganan dinero por todas partes, además del petróleo son los que se ven inmersos en la carrera armamentista. Más de 600 millones de dólares reporta el tráfico de armas. De nada importa que el Papa y las autoridades sensatas comenzando por Guterres luchen por cortar esta sangría. El dinero que está por medio sigue adelante.

Esto es lo que falta al mundo actual: una total y absoluta guerra a la carrera armamentista que está causando tantos beneficios a unos cuantos mientras las calles de todos estos países se llenan de cadáveres, niños y ancianos incluidos que ni un mendrugo de pan poseen muchos. Este es el mundo de este siglo y la meditación para estos entrañables días de paz y gloria que es la Navidad.

Mientras la guerra vaya por otros senderos y se olvide de lo fundamental que es la destrucción de armas, será imposible la paz en el mundo. Una llamamiento de las autoridades mundiales para que sean capaces de luchar por destruir de una vez todoa clase de armas que producen millones para unos cuantos que se aprovchan de la coyntura.

Porque si siempre fueron malas las armas, ahora llegan al máximo cuando los nuevos medios y la tecnología han ido creando una serie de guerras o “guerrillas” que están minando la paz del mudo. De nada vale que el Papa y Guterres se estén dejando todos los esfuerzos. Ni caso le hacen en este menester. Y tanto la Unión Europea como las grandes potencias cada dia siguen haciendo caso omiso a un problema real e iba a decir que en realidad al único problema real que existe hoy en día. Mientras no desaparezca radicalmente esa carrera armamentista y se controle mundialmente el petróleo el mundo carecerá de un mínimo de paz.

Estamos celebrando la Navidad y en estos dias se nos recuerda precisamente la Paz en la tierra unida a esa Gloría a Dios en el Cielo. De nada vale ser ateo o creyente. Hay cosas elementales que pide el sentido común y el ese de las guerras y sus orígenes es la fundamental.

Mientras tanto seguimos construyendo belenes recordando el ejemplo de San Francisco en Greccio pero de poco valen si el mundo mira para otro lado. Que todos celebremos estos días al menos con el ruego de que surja d una vez por todas la paz y concordia.

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