Fernando Ramos
HISTORIAS DE UN SENTIMENTAL
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El pasado día 31 de julio leíamos en este diario una información firmada por Paula Antón cuyo llamativo titular “El Ejército, nueva cantera ante la falta de camioneros en empresas de Ourense” encierra una de las graves carencias y serios problemas de nuestras Fuerzas Armadas.
La noticia inicial es el acuerdo alcanzado por el Ministerio de Defensa y la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (APETAMCOR) que permitirá cubrir con urgencia las 300 vacantes que tiene Orense en el transporte de mercancías a la vez que facilitará la reinserción laboral de nuestros soldados que finalizan su compromiso con los ejércitos.
No es que en los ejércitos sobren soldados, todo lo contrario, sino que no tienen futuro
Visto el problema de conductores en Galicia es conveniente ver cuál es la razón por la que se acude a los ejércitos para solucionarlo. No es que en los ejércitos sobren soldados, todo lo contrario, sino que no tienen futuro y se quedarán en el paro si no encuentran una forma de ganarse la vida antes de que los pongan en la calle. Ese es el problema, la grave situación a la que se enfrentan unos hombres que unen a su elevada preparación las virtudes intrínsecas de la vida militar, pero que a los 45 años la gran mayoría tiene que dejar las Fuerzas Armadas.
El modelo español de carrera de un militar de tropa comprende tres modalidades diferentes y sucesivas: Un compromiso inicial renovable hasta un máximo de 6 años, otro de larga duración hasta los 45 años de edad y, por fin, si superas las pruebas y obtienes una de las escasas plazas existentes, puedes permanecer hasta los 58 años en los que pasas a la reserva. Pocos lo consiguen.
Por cumplir los 45 años en 2023 han dejado las Fuerzas Armadas 1.531 militares de tropa y marinería; en 2024 lo harán 2.100 y así en progresión hasta una cifra de 50.000 soldados profesionales que se calcula hayan dejado los ejércitos hasta 2036.
No es cuestión de aburrirles con las cifras, sino explicarles el porqué del acuerdo Ministerio de Defensa y la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia (APETAMCOR). Una magnífica iniciativa tomada en Galicia que además de solucionar un problema de escasez de conductores civiles da una oportunidad de futuro a nuestros sufridos soldados. Que cunda el ejemplo en otras Comunidades, por ejemplo y por nombrar alguna, Cataluña o País Vasco.
Es necesario que sepamos que el oficio de soldado en España no está valorado ni es una forma de vida estable y con futuro.
Ser soldado profesional constituye una inseguridad que no debemos permitirnos. Es urgente encontrar soluciones. El Ministerio de Defensa hace esfuerzos en distintos campos para paliar la gravedad del asunto que afecta a muchas familias sacrificadas por la dura vida de soldado. La solución no es fácil. Es un problema de la nación que todos los partidos, sin intereses electoralistas, deberían contemplar unidos.
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