El Estado al servicio de Puigdemont

PUNTADAS con hilo

Publicado: 31 may 2025 - 04:00

El líder de Junts, Carles Puigdemont, en una comparecencia.
El líder de Junts, Carles Puigdemont, en una comparecencia.

Todo el aparato del Estado se ha puesto a disposición de las exigencias de unas minorías nacionalistas catalanas. Todos los esfuerzos del ministerio de Exteriores se centraron esta semana en lograr que el catalán sea un idioma oficial en las instituciones de la Unión.

Meten en el mismo paquete al gallego y al euskera, pero solo van de comparsas

Actúan como si esto fuera el problema más importante que tiene delante la UE, como si no hubiera ningún otro peligro o amenaza a Europa. En realidad, es solamente un compromiso particular de Sánchez con Puigdemont para ser presidente del Gobierno. Sólo eso. Y para camuflarlo meten en el mismo paquete al gallego y al euskera, pero únicamente van de comparsas.

El responsable de Exteriores ha defendido, con toda la vehemencia de que es capaz, la necesidad de tal reconocimiento cuanto antes, porque lo considera fundamental para España. Ha promovido solemnes comparecencias públicas para defender esta idea, para suplicar al resto de los países que la apoyen. Pero a muchos gobiernos europeos le suena esto un poco a chascarrillo y no están dispuestos a conceder tal aspiración del Gobierno sanchista. Albares no se arredra e insiste, “el catalán será oficial en Europa tarde o temprano”. Incluso emplaza a los díscolos para que reflexionen; “Les damos tiempo, pero que trabajen. Queremos que nos digan cosas concretas: exactamente qué parte de los aspectos financieros no está clara, cuál es la dificultad jurídica que encuentran, qué hay que reforzar en el redactado... Los escucharemos siempre, pero queremos trabajar desde ya”. Como si no tuvieran otros asuntos más importantes en que ocuparse en Europa.

Esta utilización del Estado para defender el reconocimiento del catalán, junto con el gallego y el euskera, estaría justificada si fuese realmente una necesidad social, una promesa electoral, un acuerdo unánime, o ampliamente mayoritario, del Parlamento español. Ahí habría una lógica política de Exteriores en su campaña por el reconocimiento. Pero no es así, no es ni siguiera el convencimiento del partido socialista en el Gobierno. Tan sólo es el pago de un cheque moral al líder de Junts, huido de España, por los votos de la investidura de Sánchez. Con independencia del resultado o apoyo que Albares consiga en Europa, Puigdemont ya se siente plenamente satisfecho y realizado viendo los esfuerzos y sufrimientos del Ejecutivo español para conseguir una exigencia suya, de su grupo, de su gente. Siente que tiene a todo el aparato del Estado a su servicio.

Estamos ante una de las muchas realidades tristes de la actual Gobierno de España, que no ejerce para satisfacer las necesidades de todo el país, sino para pagar las hipotecas de La Moncloa.

Rotos y descosidos

Barro y fango en La Moncloa

Óscar López.
Óscar López.

Todo es fango y barro y bulos en las informaciones sobre el Gobierno. Eso es lo que dicen los ministros, dirigentes y allegados del presidente ante la avalancha, alud o catarata de informaciones que se publican sobre actividades sospechosas del partido en el poder. Ser publican videos, grabaciones de voz, imágenes, documentos, implicaciones de altos cargos que constituyen evidencias de conspiraciones contra instituciones del Estado, pero para los dirigentes socialistas todo es barro y fango. No tienen ninguna intención de rectificar o tomar medidas políticas serias, como dimisiones o ceses.

Para Oscar López, por ejemplo, todo es “una campaña mafiosa contra el Gobierno de España, con filtraciones y medias verdades todos los días, con insinuaciones, con bulos, con fango permanentemente”. Nada es verdad, nada es prueba de nada para López. Intentan hacernos creer que todo es invento, pero el fango ya está llegando al cuello del sanchismo.

José Luis Escrivá cumple su cometido

José Luis Escrivá.
José Luis Escrivá.

La dimisión del director de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán, por discrepancias con las maniobras de su jefe, José Luis Escrivá, para proteger al Gobierno de Sánchez, muestra que el nuevo director del Banco está cumpliendo con la función para la que fue nombrado.

Fue colocado en esta institución para acabar con los informes de la entidad que cuestionaban siempre la política económica de Pedro Sánchez. Dicho y hecho. Aquí no se analizan las consecuencias de las políticas de salarios o de pensiones que aplica el Gobierno de coalición. El Banco de España, que siempre ha publicado estudios serios y rigurosos, ahora ya no debe seguir haciéndolo porque molestan al Gobierno. Escrivá se está convirtiendo en lo que representa Tezanos en el CIS: un desprestigio para la entidad. España pierde

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