La Región
JARDÍN ABIERTO
Simbología de la flor de amarilis en Navidad
Habíamos olvidado que en Siria continuaba una guerra sorda y silenciosa, que el tirano Bachar Al Assad seguía en su palacio de Damasco y desde allí dirige una red de torturadores que actuan con una oscura impunidad. La guerra dura desde hace trece años, los tres primeros fueron una carnicería. Muertos sobre muertos, Heridos sobre heridos. Interminables caravanas de dolor, angustia y desesperanza deambularon de sur a norte y de norte a sur, y también de este a oeste del país. El observatorio de la ONU cuantifica en mas de siete millones la cifra de desplazados. Una barbaridad. Los muertos, según la misma fuente, rebasaron los quinientos mil.
El pasado día 27, de noviembre, después de conocer con cierto alivio esperanzado la tregua de sesenta días en la guerra que libran Israel y Hezbolá en la geografía libanesa, creíamos que un aire de paz podía extenderse por las tierras de Oriente Medio. Casi inmediatamente después, varios grupos calificados como insurgentes o rebeldes, en una operación, que podíamos calificar de blitz, por su rápida y brillante ejecución, conquistaban la ciudad de Alepo, la segunda más importante del país.
Los rebeldes, que al parecer, gozan del apoyo turco aprovecharon la débil coyuntura internacional en que se encuentran los países y milicia que apoyaron al presidente Al Assad, impidiendo su derrota y caída. A Al Assad le salvó el apoyo de Rusia, Irán y la milicia chíi de Hezbolá, Hoy estas tres fuerzas están más volcadas en otros problemas para ellos mucho más prioritarios que la defensa de Al Assad. Rusia tiene a su ejército y armamento volcado plenamente en la guerra de Ucrania. Hezbolá ha quedado diezmado por los eficaces ataques del ejercito de Israel e Irán teme dar pasos en falso que conduzcan a un conflicto directo y abierto con Israel. Por otra parte, en el panorama internacional hay una parálisis colectiva esperando al 20 de enero, día en que llegará Trump a la Casa Blanca.
Rusia tiene en territorio sirio una base aérea desde la que operaban los eficaces aviones de combate Mig, ahora trasladados el frente de Ucrania, la gran obsesión de Rusia se centra en la guerra de Ucrania e Irán calcula todos los pasos para evitar una confrontación abierta y directa con Israel.
Lo cierto es que a los observadores de los movimientos bélicos en el Oriente Medio les ha sorprendido la conquista tan rápida y brillante de la ciudad de Alepo y otros importantes poblados de las cercanías como la notable población de Hama. Por eso hay gran interés por conocer quienes forman ese grupo de insurgentes que articulan un a fuerza militar tan armónica como bien engrasada. No cabe duda de que el eje de ese variopinto conglomerado de fuerzas es el grupo salafista Hayat Tahrir al Sham, la antigua rama de la Al Qaeda siria, y a su lado varios grupos rebeldes desgajados del Ejército Nacional sirio que se apoderaron del oeste de la ciudad y encabezan la marcha hacia el sur, en filando las rutas que conducen a Damasco. A medida que las Fuerzas Democráticas avanzan, fuerzas dominadas por las milicias kurdas, el ejercito fiel al presidente Al Assad se retira hacia el sur. Rusia bombardeó Alepo. Pero con una intensidad diezmada. A pesar de todo les acusan de causar numerosas víctimas civiles.
Entre la población hay miedo a los islamistas , por eso su actual líder Abu Mohamed Al-Julani está imponiendo una línea de pragmatismo alejada del radicalismo violento. Hace unos días comunicó a sus seguidores que evitaran cualquier tipo de terror que pudiera sembrar el miedo en los sectores de las distintas confesiones. Lo que busca Al Julani es que Occidente retire a su grupo de la lista de organizaciones terroristas. Una condición básica para poder acceder al poder en Damasco, el gran objetivo de la lucha de su organización y la del propio Al Julani. En este sentido el movimiento salafista se está abriendo al diálogo con varios grupos cristianos que luchan contra el dictador sirio.
El gobierno sirio de Al Assad está teniendo serias dificultades estructurales para poner en marcha un organización militar que merezca el nombre de ejército. Esta realidad influye mucho a la hora de articular un mecanismo de defensa con su aliados. El cambio que le esta dando a su movimiento salafista Al Julani también se lo está imponiendo a si mismo. Es joven, tiene solo 40 años y está en edad de cambiar. Ha abandonado el antiguo turbante por un uniforme y una gorra que le da un aire de revolucionario cubano. En sus discursos y en su cambio de look busca alejarse cada vez mas de la nebulosa tensa y violenta que envuelve al Estado Islámico y a Al Qaeda.
Lo que busca Al Julani es que Occidente retire a su grupo de la lista de organizaciones terroristas
Antes de trasladarse a Siria; Julani combatió en Irak en las filas yihadistas encuadradas en la internacional de Bin Laden. Ahora lucha para situarse cada vez mas lejos de esa imagen. Su proyecto se orienta a lograr el poder en Damasco y en toda Siria, sin el perfume de radicales violencias islamistas. Le interesa conocer como funcionan los sectores económicos, los financieros la energía, internet, los medios de comunicación y todo lo que hace funcionar un estado moderno. Con todas esas herramientas quiere administra Alepo, una ciudad demográficamente muy diversa. Dice que quiere adaptar su ideología a una ciudad profundamente cosmopolita. No cabe duda que el movimiento Hayat Tahrir quiere contar como una fuerza de poder en el futuro de Siria.
En la geopolítica todo esta ligado de una forma u otra. Moscú ha fracasado queriendo reconciliar al turco Erdogan con el ruso Putin, debido a que Irán se ha puesto como principio dogmático apoyar a Bachar Al Assad en Damasco. Y a causa de la guerra de Ucrania, Moscú no puede desairar a los ayatolás de Irán, ni a Turquía. El mundo es un ajedrez de vasos comunicantes. No puedes mover un caballo sin dejar protegido a un rey.
La estrategia de Bachar Asad es análoga a la que practicó en el año 2015, antes de la intervención de Rusia: Retirarse a Damasco y otras zonas de la costa como Lataquia y Tartua, donde la mayoría dominante es la alauita.
En el caos sangriento de Oriente Medio, los condenados de esas tierras, los gazatíes, son los grandes olvidados, les olvidan todos, menos Israel para matarlos. La ONG Amnistía internacional ha llegado a una conclusión que a muchos nos parecía evidente: Israel cometió genocidio en Gaza y hace responsables a Netanyahu y al ministro de Defensa Gallant. Había como una intención de exterminar la población en la franja. Mataron niños, mujeres, derribaron edificios civiles, iglesias y hospitales. Y sueñan con repoblar Gaza con Kibutz. Ahora que se buscan salidas para la paz o para las treguas en toda la zona, Gaza es la gran olvidada y convertida en blanco de los fusiles y los tanques. Un cementerio permanentemente abierto.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
La Región
JARDÍN ABIERTO
Simbología de la flor de amarilis en Navidad
Jaime Noguerol
EL ÁNGULO INVERSO
La mirada sabia del barman
Miguel Anxo Bastos
Extremadura: la clave está a la izquierda
Sergio Otamendi
CRÓNICA INTERNACIONAL
Dos éxitos o dos fracasos
Lo último