Sobran parados y faltan trabajadores, qué paradoja

Publicado: 20 jul 2025 - 05:10

Opinión en La Región
Opinión en La Región | La Región

Según datos del pasado mes de junio, el paro se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 17 años (medalla para el gobierno socialista), pero en España sigue habiendo más de 2.400.000 personas que no tienen empleo. En Galicia la cifra supera levemente los 107.000 demandantes de empleo y es el número más bajo de desempleados en nuestra comunidad autónoma desde que hay registros (medalla para el gobierno popular). En la provincia de Ourense no llega a 13.000 el número de desempleados, mínimo de las últimas dos décadas (no sé a quién atribuirle la medalla).

Vistos los datos, resulta paradójico que el Informe Pyme 2024, elaborado, entre otras prestigiosas entidades, por el Consejo General de Economistas de España (CGE), ha puesto de manifiesto que hasta un 62% de las pequeñas y medianas empresas tienen dificultades para encontrar personal cualificado.

Corrobora lo anterior el informe anual de 2024 del Banco de España, que ya destacaba hace unos meses que el porcentaje de empresas que mencionan la falta de trabajadores como uno de los principales problemas que limitan el desarrollo de su actividad y su crecimiento ha pasado de un 10% en 2021 a un 43% en 2024. En el documento se hace especial hincapié en la falta de personal en determinados sectores como la hostelería y la construcción, donde el porcentaje se dispara por encima del 60%.

El Banco de España dice que: “la coexistencia de problemas de disponibilidad de mano de obra por parte de las empresas y de una tasa de paro aún relativamente elevada, sugiere que el desempleo en nuestro país presenta un apreciable componente estructural”. Como yo no soy el Banco de España y no me gustan los largos párrafos que cuentan mucho y dicen poco, me hago una pregunta:

¿Cómo es posible que teniendo todavía una de las tasas de paro más altas de la Unión Europea las empresas se quejen de que no encuentran trabajadores?

Siguiendo la explicación previa del Banco de España, el problema es el paro estructural. ¿Y qué es el paro estructural? Es aquel que hace referencia a una tasa de desempleo persistente en el tiempo y que no desaparece ni en las mejores circunstancias económicas. Se trata de un desempleo causado por el desajuste entre las habilidades de los trabajadores y las necesidades del mercado laboral. La solución parece clara, formar a trabajadores en las necesidades que demandan las empresas. Pero eso no es inmediato, eso lleva años y aún así yo creo que persiste un problema mucho más de fondo y que no es necesario acompañar ni de estadísticas, ni de números, basta con abrir los ojos.

Trataré de no utilizar feas etiquetas, ni juicios hirientes, ni gentilicios despectivos. En Ourense tanto empresas grandes como pequeñas cada vez cuentan más en sus plantillas con trabajadores extranjeros. Algunas de las más grandes empresas de nuestra provincia ya cuentan en sus plantillas, especialmente en los trabajos más duros y que requieren de menor cualificación, con más de una veintena de nacionalidades. Resulta por lo tanto una obviedad decir que hay determinados trabajos que los españoles, los gallegos y los ourensanos ya no estamos dispuestos a realizar. Esto es una realidad palmaria y que no admite discusión de ningún tipo y que podemos acompañar de ejemplos cotidianos. ¿Quiénes recogen las patatas en A Limia? ¿Quiénes vendimian en el Ribeiro? ¿Quiénes nos sirven un café? y ¿Quiénes cuidan de muchos de nuestros mayores? Todo ello lo podemos aderezar con estadísticas. Según el IGE (Instituto Galego de Estadística) el primer semestre de 2025 ha establecido un nuevo récord absoluto de personas extranjeras trabajando en nuestra provincia, 9.482 trabajadores de los 107.941 afiliados a la Seguridad Social (un 9% son foráneos), que va creciendo año a año. La cifra se ha triplicado en los diez últimos años y seguirá aumentando, pero es más a día de hoy esta es la única posibilidad de la que disponemos para que siga siendo sostenible el sistema de las pensiones y más en nuestro caso, el de los ourensanos. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, a finales de 2024 Ourense era la primera provincia de España con más jubilados que trabajadores cotizantes a la Seguridad Social.

Según el IGE (Instituto Galego de Estadística) el primer semestre de 2025 ha establecido un nuevo récord absoluto de personas extranjeras trabajando en nuestra provincia, 9.482 trabajadores de los 107.941 afiliados a la Seguridad Social (un 9% son foráneos), que va creciendo año a año. La cifra se ha triplicado en los diez últimos años y seguirá aumentando

Lo que tenemos que tener muy claro es que esto no es una cuestión de gustos, ni tan siquiera de ideologías políticas, esto es una cuestión de necesidad y más en nuestra provincia, nos hacen falta manos para determinados puestos de trabajo y si no las tenemos aquí, tanto por motivos demográficos, como por otros motivos que ya he esbozado anteriormente, habrá que tirar de los extranjeros.

Los acontecimientos ocurridos en Torre Pacheco, municipio murciano de 40.000 habitantes, quizás estén alimentando una corriente muy peligrosa. Ojo con las cacerías nocturnas, ojo con lo que queremos ser como sociedad, ojo con los odios exacerbados. La violencia solo genera violencia. Huyamos de las ideologías sectarias, seamos inteligentes. Las fotos del hombre agredido son absolutamente aberrantes, indignantes y repugnantes. ¿Qué mal nacidos pueden ser capaces de agredir a alguien de ese modo? Que paguen por ello ante el juez, independientemente de su procedencia. Pero no nos ceguemos y que la espectacularidad de los hechos ocurridos nos hagan sacar conclusiones erróneas. Ojo con las noticias falsas que se están publicando a raíz de este incidente, repito, el que delinca, que lo pague, al margen de su nacionalidad.

Facilitemos la vida a los inmigrantes que han venido a trabajar y a labrarse un futuro para ellos y sus familias, porque además si queremos seguir manteniendo nuestro status de pensiones y seguridad social, son absolutamente indispensables, nos guste o no. No estamos ante la posibilidad de elegir, si que estamos ante la posibilidad de decidir y, sobre todo, de ser personas.

Contenido patrocinado

stats