Taylor Swift, "la Panorama a lo grande"

No entiendo el fenómeno Taylor Swift, es como la Panorama a lo grande”, reflexionó un cliente en el abrevadero levantando la voz para hacerse oír. El griterío que salía de la televisión pertenecía a la bronca sesión en el Congreso en la que salió adelante la ley de amnistía, pero la peña está tan saturada del voltaje político que prefiere discutir en la barra del bar sobre la próxima temporada del Dépor o el multitudinario doble concierto en el Santiago Bernabéu, con 70.000 espectadores por sesión, de una artista que no muerden.

Incluso el ministro Óscar Puente, que habrá sabido hace unos días quién es, no quiso perderse el concierto y los programas de deportes trataron el tema como si fuese la final de la Champions

“Es una jugada fabulosa de mercadotecnia de los americanos para dar una nueva imagen del país frente a una generación que se mueve por el TikTok de los chinos. ¿Conocéis a algún coruñés que haya ido al concierto? ¿Sabéis alguna canción? Pero parece que todo el mundo quiere estar ahí, pagando 200 euros, 600 o más, y el que no está no vale nada. Incluso el ministro Óscar Puente, que habrá sabido hace unos días quién es, no quiso perderse el concierto y los programas de deportes trataron el tema como si fuese la final de la Champions”, reflexionó otro cliente, un letrado que acepta cualquier pleito –político, deportivo, musical o literario– que se le presente con la caña.

“Ana Kiro acompañada de Los Satélites, la Panorama o la París de Noia le daría cien vueltas cantando”, replicó el oficinista que abrió el debate. Otro gallo en el coro. El mundo orquesta también resulta indescifrable más allá de A Canda o Pedrafita. “Pregúntale a tu hija si es ‘swiftie’, que además estudia en Madrid”, sugirió el abogado para aportar más pruebas. “Ni a mí ni a mis amigos de la uni nos mola, pero es una locura, con gente durmiendo en la calle desde hace días y gastándose 3.000 euros o más para verla. Hay cosas que nunca entenderé, pero la Orquesta Panorama también tiene un fenómeno fan muy ‘heavy”, respondió la cativa a los minutos acompañada del emoticono de las risas. Entre los próximos Balenciaga no rompe costuras. Tampoco entre las futuras figuras del panorama musical estatal, como la sobrina con un ruiseñor en la garganta y sus compañeras de estudios artísticos. Valoran más la ruptura con la discográfica que las canciones de Swift. Como sucedió en el Bernabéu, escenario de prodigios merengues, habrá que creer que fue la leche.