Urge recuperar la concordia

Desesperanza y desencanto ciudadano con la política española y la corrupción. España necesita la regeneración de las urnas.

Publicado: 24 nov 2024 - 02:10

Nos mienten, nos fríen a impuestos, nos obligan a convivir con la corrupción y nos inoculan el odio para polarizar y dividir con la finalidad principal del poder y de vencer. Como dijo Unamuno, “vencerán, pero no convencerán”, o al menos han vencido sin convencer hasta ahora con toda suerte cambalaches de imposible beneficio igualitario para el bien común de la nación. Vencieron incluso perdiendo las elecciones al conformar una mayoría contra natura, desleal con la igualdad y la memoria democrática.

La política española ha entrado en una deriva nociva para los intereses generales que urge la recuperación de la concordia. Sólo la Corona en el ámbito institucional o Rafa Nadal en proyección social y deportiva representan esa concordia que el sanchismo ha liquidado en pocos años de gobernanza Frankenstein. Teresa Ribera, la comisaria política y climática de Pedro Sánchez, acudió al Congreso tres semanas después de la Dana mortal para dar explicaciones de su lamentable gestión, tan o más lamentable que la de Mazón. Y lo hizo obligada por la parálisis de su nombramiento europeo, bajo apariencia de cordero pero con un rictus de tono y odio impropio de una vicepresidenta del Gobierno. Suave como una pluma de cinismo, tierna como una caricia de hipocresía, terminó gritando como una posesa, con ese odio del que hablo reflejado en un forzado semblante a la defensiva. Ribera fue capaz de culpar al Ejecutivo de Rajoy de las trágicas consecuencias de la gota fría valenciana, pero la perseguirá siempre su falta de empatía con las víctimas de la riada evitando visitar Valencia para no sufrir la condena del pueblo como le ocurrió a su jefe. La visita de esta semana de Felipe VI y Letizia fue la prueba evidente de que los lamentables incidentes de Paiporta no se hubieran producido sin la presencia de Sánchez, siempre escondido bajo las faldas de la Monarquía, tras los cordones de seguridad en la calle o tras los cordones sanitarios para esquivar la alternancia democrática. Los Monarcas volvieron a dar un recital de comprensión, esperanza y solidaridad acompañando de nuevo a los valencianos, que respondieron afectuosamente contra el olvido de las Administraciones en las horas y días iniciales de la gota fría. Sin duda, junto a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la Monarquía encarna la concordia que urge recuperar. Y como Rafa Nadal en el adiós al tenis de la Copa Davis, volvieron a unir a España en torno a valores y principios desterrados en la era del sanchismo, y más ahora que Aldama ha tirado de la manta. La concordia es armonía y unidad, sobre todo en momentos de deriva política e incertidumbre moral.

La clase política debe trabajar contra el desacuerdo, con voluntad de consensos

Los políticos, y en concreto la clase dirigente, deben trabajar contra la desavenencia y el desacuerdo, con voluntad de consensos para el beneficio colectivo, siempre de cara a la hermandad y el bienestar social. Ahora estamos constantemente en la trinchera, en la confrontación malsana, en el guerracivilismo verbal, en el insulto político y el desprecio a los ciudadanos votantes debido a asuntos como la corrupción. La discrepancia es necesaria en nuestro sistema político porque fomenta el debate y la pluralidad, pero junto a la concordia urge la regeneración democrática que permita recuperar la calidad institucional arrebatada por crisis como la del Covid y la Dana o casos como el de Begoña, Ábalos, Delcy y otras supuestas corruptelas que ensucian la limpieza del marco constitucional. Sólo las urnas pueden calmar esa urgencia regenerativa y de concordia.

El sanchismo ha convertido su acción de gobierno en una desesperada actuación con la que permanecer aforado y aferrado a la impunidad del poder. Y convendría que el PP tuviera en cuenta la capacidad de resistencia e inmunidad del régimen tras copar todas las instituciones sensibles para sus intereses judiciales, económicos, mediáticos y políticos de cara a un horizonte electoral. La reforma de la Ley de Extranjería para regularizar a más de un millón de inmigrantes en 3 años es un claro movimiento electoralista con el que engordar la potencial bolsa de votos de la izquierda aunque el PP lo respalde. Pedro Sánchez sólo necesita neutralizar mediáticamente el daño reputacional de las imputaciones por presunta corrupción a su familia y a su entorno político-gubernamental, y gobernar a golpe de decreto con sus socios de extrema izquierda y extrema derecha en España y en Europa (incluso sin Presupuestos) para aguantar en la Moncloa semejante descrédito. De modo que en la certeza de que el desgaste irá a más, el sanchismo sopesa calibrar un adelanto electoral para reproducir la mayoría de la investidura incluso en la hipótesis de una derrota como la del alevoso verano de 2023. Muy cierto que todas las encuestas salvo el CIS dan mayoría al PP junto a Vox, pero entonces también sucedía lo mismo y Sánchez sigue en la Moncloa perpetrando su insana y precaria hegemonía pactista.

Vivimos en la inestabilidad de un régimen en permanente fallo multi-orgánico sólo preocupado por su propia supervivencia y no por la obligación de gobernar para todos con plena dedicación y transparencia democráticas.

La manta de Aldama

El denominador común de la presunta corrupción que conecta todos los casos que acorralan al sanchismo es el empresario Víctor de Aldama, que puso contra las cuerdas a Moncloa y Ferraz con su declaración a petición propia por el caso Ábalos. Aldama logró salir de prisión, donde había ingresado el 10 de octubre por el presunto fraude de 180 millones en el caso Hidrocarburos. Cuarenta días de cárcel le agudizaron la memoria, de ahí que su conexión con los casos Koldo-Ábalos, Begoña, Delcy y el rescate de Air Europa acorralen al Gobierno y al PSOE. Como se suele decir en estos casos, Aldama tiró de la manta, pero la manta que más preocupa según fuentes sanchistas de toda confianza, es la de Ábalos. José Luis Ábalos, mano derecha de Sánchez y ministro del ministerio con más presupuesto, conoce todos los secretos de Pedro. Y si bien tiene mucho más que perder que ganar, dicen que está administrando lo que sabe para sobrevivir aforado, aunque hay un fundado temor a que cante. De momento, la manta de Aldama, apodado el nexo corruptor, reveló conexión con Sánchez, pagos de comisiones a la cúpula del PSOE y la advertencia de aportación de pruebas.

Todo por la patria

Un teniente general para la reconstrucción de Valencia. José Gan Pampols será el vicepresidente para la Recuperación Económica y Social. Es decir, recuperar la vida de antes de la Dana, aliviar el sufrimiento social y facilitar la recuperación anímica y económica de las personas y del tejido empresarial enterrado por la gota fría junto a cerca de 250 muertos. Como dice el lema de las Fuerzas Armadas, “Todo por la patria” como prueba de que es una emergencia nacional y garantía de la solvencia y credibilidad de la institución del Ejército. La elección de este militar retirado para ese reto colectivo es, seguramente, una de las decisiones más acertadas que ha adoptado el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, ante la tragedia de la riada. Gan Pampols tiene sobrada experiencia en misiones de reconstrucción como en el caso de Afganistán. Y como ha dicho, “Valencia es un escenario de guerra, pero en vez de bombas ha caído una masa de agua destructora”. En realidad, la destrucción se ha cobrado vidas, negocios, presentes y futuros, al tiempo que ha puesto al descubierto las debilidades e incompetencia de algunos dirigentes.

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