Opinión

Iba matando canallas

La frase que da título a este artículo está sacada de una canción de Silvio Rodríguez que se titula "Canción del Elegido". El verso completo dice: "La última vez lo vi irse contento y desnudo, / iba matando canallas con su cañón de futuro". Esa canción está inspirada en Abel Santamaría, un joven revolucionario que seguía a Fidel Castro y murió en el asalto al Cuartel Moncada, creo. No lo sé muy bien.

Hoy se ha puesto de moda en España en ciertos ámbitos de derechas criticar otra vez la revolución cubana y por extensión el régimen cubano actual. Que Fidel fue un dictador es innegable. Como es innegable que el Ché era un homófobo que odiaba a los homosexuales y si pillaba a uno le pegaba cuatro tiros. Por cierto digámoslo claramente: por mucho que tantos de mi generación tuvieran un póster con su retrato colgado en la pared del dormitorio el Ché sería guapo sí, pero era un cabrón.

Pero muchos no entienden lo que pasó al principio. Lo sorprendente es que los mismos que criticaban a Fidel eran los que aplaudían a Franco, otro dictador. Algunos siguen aplaudiéndolo hoy aunque el golpista asesino de Ferrol con voz de pito desapareció del mapa hace tiempo. Como también desapareció ya el barbudo de Sierra Maestra.

La revolución cubana con sus luces y sombras fue en su momento la salvación del pueblo de esa isla caribeña que tanto amamos los gallegos. No soy un experto ni un historiador y no sé casi nada de aquella revolución, como no sean los románticos lugares comunes con los que la ha retratado siempre la izquierda y con los que nos alimentaron. ¿Eran todo mentiras? Puede. No lo sé.

Los cubanos bajo el gobierno de Batista eran un pueblo que vivía explotado, en la miseria, en la indigencia, abandonado, tan sólo para que se lo pasaran estupendamente, ganaran pasta y se tomaran unos mojitos junto a la piscina del Hotel Nacional fumando Cohibas una panda de golfos millonarios americanos mayormente de la Mafia, que por la noche seguirían tomando mojitos en el Tropicana. 

Por eso creo que aun hoy tantos cubanos, conozco a unos cuantos, aún siguen defendiéndola, la revolución, a pesar de la obvia e indiscutible situación de desastre social, económico y político que ese país ha ido acumulando con el tiempo. Algo que apena mucho porque sus logros sociales, educativos y sanitarios llegaron a ser extraordinarios. Y también apena de ese régimen (el pasado de Fidel y el actual de sus herederos) la falta de libertades, por supuesto.

La revolución cubana nació cargada de esperanza y eso fue lo que la hizo ilusionante durante tanto tiempo, no solo en Cuba sino en todo el mundo. Fue David contra Goliath, y por un momento pareció que David iba a ganar la batalla con su honda. Pero no. Ya saben: "Lo más terrible se aprende enseguida / y lo hermoso nos cuesta la vida".

¡Viva Cuba!

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