Las viviendas de Pedro Sánchez

PUNTADAS CON HILO

Publicado: 25 oct 2025 - 09:21

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa en Bruselas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa en Bruselas. | Europa Press

No se trata de analizar las residencias oficiales que utiliza el presidente del Gobierno sino del número de viviendas que ha prometido construir Pedro Sánchez desde que ocupa el puesto actual. Además, el intento de regulación del precio de los alquileres es otro frente abierto sobre la vivienda entre los socialistas y los comunistas coaligados en Gobierno. Sumar incluso ha llegado a pedir la dimisión de la ministra del ramo, Isabel Rodríguez, pero solo durante unas horas, pronto les pasó el enfado y la dejaron tranquila.

Las viviendas ofrecidas por el Gobierno para conseguir alquileres asequibles han sido tantas, en tantas ocasiones, que incluso en los medios existe discrepancia con la cifra total. El montante oscila entre las 184.00 y las 213.000 viviendas. Además, habría que diferenciar entre las que son de nueva construcción y las que ya existen que sólo necesitarían ser puestas a disposición de los usuarios, lo que el Gobierno califica de “movilizar”. Los primeros anuncios de nuevas viviendas son de la época en que José Luis Ábalos estaba en pleno apogeo y poder. Las siguientes fueron anunciadas por Sánchez en mítines o en el Parlamento, según le fuese conveniente en cada ocasión.

A principios de octubre, Isabel Rodríguez aseguró que ya se habían entregado a sus usuarios un total de 100.000 viviendas, en otro momento dijo que se habían movilizado esa cantidad, pero no entregado. Es un baile de pisos, edificios, barrios y terrenos que nadie entiende muy bien. En todo caso, muchos de ellos se construyen subvencionados por las administraciones públicas con cargo a los fondos Next Generatión, previstos para otras iniciativas en España.

Pues bien, por muchas cantidades que ofrezca la ministra, sean o no ciertas, estén o no construidas, la parte del Gobierno que ostenta Sumar no se lo creen, no están contentos ni contentas. Por eso han abierto un nuevo frente en las fronteras del Consejo de Ministros. Constatan que los precios de los alquileres siguen subiendo de forma disparatada, muy por encima del IPC, indicador poco fiable desde que el INE está en manos de militantes socialistas. Ven que el mercado del alquiler está inasequible para mucha gente porque el Ejecutivo no es capaz de poner en el marcado suficientes pisos para incrementar la oferta y bajar precios. Para Sumar, esto supone un incumplimiento grave por parte del Gobierno; reconocen que esto provoca serías discrepancias y desavenencias en el seno del Ejecutivo y exigieron la dimisión de Isabel Rodríguez. Más tarde ya se dieron cuenta de que ellos están dentro de ese Gabinete y matizaron su petición. “Esto no va de nombres”, explica Yolanda Diaz, “se trata del cargo de ministro”. Y vuelve a esperar un acuerdo y a una tregua o paz permanente dentro del Gobierno.

Pero no quedan ahí, en vista del fracaso de ese plan de vivienda, Sumar pide que se intervenga el mercado del alquiler, que se usen los mecanismos utilizados en la pandemia para asumir el poder y poner un tope a los precios, que se retire la iniciativa a sus propietarios, que no importe la demanda ni las leyes del marcado. Quizás no se ha enterado la ministra que las medidas adoptadas para la covid-19 -declarar estado de alarma- fueron inconstitucionales, pero aún está a tiempo de enterarse.

Rotos y descosidos - Puigdemont amenaza de nuevo

El exiliado dirigente de Junts, Carles Puigdemont, vuelve a las amenazas, exige su protagonismo, quiere dejar constancia de que el Gobierno de Pedro Sánchez depende de él y le apremia un pago mayor para seguir en La Moncloa.

Como en otras ocasiones, moviliza a sus dirigentes, se reúnen en la sede oficial extranjera, despiertan expectativas, amenazan, pero luego todo queda en un amago. No se sabe muy bien si esta nueva reacción está provocada por el intento de Zapatero de engañarles muy descaradamente o porque necesitan apretar un poco más a Sánchez, para que sea consciente de la dependencia que tiene de ellos. Aunque el sanchismo siempre tiene la esperanza, casi la seguridad, de que los catalanes no pueden hacer otra cosa, de que no se atreverán a romper ni a apoyar una moción de censura en su contra. Creen que les unen unas cadenas que no se pueden romper. Pero también es cierto que Junts puede provocarle una desagradable sorpresa a este ya maltrecho Gobierno español.

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