Miguel Abad Vila
TRIBUNA
El experimento de Minnesota
Algunos le consideraban vencido, sobre todo Rusia y sus simpatizantes. Veían a Zelenski como el seguro perdedor de una guerra que se prolonga desde ya hace tres años. Sin embargo, en un escenario poco esperanzador para los ucranianos, se han producido dos golpes a Putin que dejan al presidente ruso en una situación de debilidad que afecta a lo que más le importa: su orgullo, su imagen ante el pueblo ruso y las autoridades civiles y militares rusas.
Los servicios de información de Ucrania han resultado ser profesionales cuando diseñaron la operación de impulsar a la aviación rusa para que se concentrara en un número muy pequeño de aeródromos que los rusos consideraban seguros, y además muy alejados de la frontera ucraniana. Impensable que pudieran ser atacados, pero lo fueron. Con drones que los rusos no pudieron detectar y que inutilizaron más de 40 aviones de combate rusos. Un serio golpe para Putin.
Tanto el ataque a los aeródromos como al puente, son dos derrotas indiscutibles para el presidente ruso, un hombre que, por carácter y trayectoria, no acepta fracasos
No suficientemente conforme, dos días más tarde Ucrania atentó contra el puente que une la Rusia continental con la península de Crimea, que Rusia considera su principal punto estratégico militar … pero que pertenece a Ucrania. Es uno de los territorios ocupados por Rusia y que Putin no piensa devolver.
Es la segunda vez que Ucrania derrumba temporalmente ese puente imprescindible para Ucrania. Pero, como explicaba en redes sociales el general Mailuc, que preparó la operación, se trataba de una operación absolutamente legítima porque Crimea pertenece a Ucrania y el puente es la ruta de abastecimiento de las tropas rusas asentadas en Crimea.
Tanto el ataque a los aeródromos como al puente, son dos derrotas indiscutibles para el presidente ruso, un hombre que, por carácter y trayectoria, no acepta fracasos. Se han producido mientras delegaciones de Rusia, Ucrania, Egipto y Qatar intentan acordar un alto el fuego temporal que sirva de base para que llegar en el futuro en un acuerdo de paz, que desde luego tendrá un importante capítulo territorial, en el que tanto Rusia como Ucrania se verán obligados a ceder. Putin, hoy, con estas dos derrotas, no va a aceptar ningún tipo de cesión, que sin embargo es inevitable: no es un dirigente dispuesto a presentarse ante sus militares, su pueblo, y los líderes internacionales, con dos derrotas ante Zelenski, hombre que para Putin es un presidente irrelevante de un país que considera irrelevante desde que dejó de estar en la órbita soviética y fuera del círculo de poder del Kremlin.
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