Un conflicto entre vecinos deja viviendas sin fibra óptica en Palmés, Ourense

POR SU FINCA

Un vecino de O Pereiro, en Palmés, se niega a que el cable de fibra óptica pase por su finca

O Pereiro, en Palmés
O Pereiro, en Palmés | Xesús Fariñas

En O Pereiro, una pequeña aldea de la parroquia de Palmés, en el municipio de Ourense, la fibra óptica pasa… pero no entra. Desde hace años, un conflicto vecinal mantiene a varias viviendas sin conexión a internet de alta velocidad, pese a que el cableado cruza sin problemas el centro del núcleo. El problema aparece unos metros más arriba, donde entre cuatro y cinco casas siguen desconectadas porque un propietario se niega a permitir el paso del tendido por su finca.

Uno de los vecinos afectados, que prefiere no dar su nombre, explica que la situación se prolonga desde hace cerca de seis años y que las negociaciones han acabado en punto muerto. “Hai un veciño que non deixa pasar o cable e reclamamos á administración pero din que non hai obriga”, resume. Las compañías llegaron a estudiar soluciones alternativas, como rodear la finca con nuevos postes, pero el plan quedó descartado: demasiado gasto para tan pocas casas.

El conflicto, en realidad, viene de atrás. Según este vecino, ya existía una línea telefónica aérea que atravesaba la propiedad y que un día fue cortada sin previo aviso. “Fomos falar con el varias veces, buscando por onde menos molestara, pero di que non, que non quere cables pola súa finca”, relata. Ni la visita de técnicos ni los intentos de mediación lograron cambiar su postura.

Mientras tanto, en O Pereiro se navega como se puede. “Apañámonos cunha tarxeta 4G e un router, pero cando se satura a liña é imposible traballar”, explica. En su caso, la falta de fibra tiene consecuencias muy concretas: “Antonte tentei mandar un arquivo de 500 megas e en media hora cargara só un 4%”, dice, una cifra que devuelve al usuario directamente a la era del módem.

La carencia de una conexión estable afecta tanto al trabajo como a la vida diaria. “Internet hoxe fai falta para todo, non é un luxo”, recuerda. Para los vecinos, vivir sin fibra en pleno 2025 es “como vivir hai vinte anos”.

Según explica este vecino, la respuesta que ha recibido siempre ha sido la misma. Nadie asume la responsabilidad de desbloquear la situación. Desde la operadora, pasando por las consultas realizadas ante la Administración, todos remiten el problema a la falta de acuerdo con el propietario de la finca. «Din que, se non hai permiso, eles non poden facer nada», resume. Una cadena de negativas que deja a varias casas conectadas solo sobre el papel y confirma que, en O Pereiro, la fibra llega al pueblo, pero se queda a las puertas.

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