Solteros y divorciados suben en la provincia de Ourense a máximos históricos

El amor no atraviesa su mejor momento en la provincia, al menos no tanto como para llegar a pasar por la iglesia o el juzgado. Tampoco para evitar el divorcio. Más de la mitad de los ourensanos mayores de 16 años -el 52,8%- no están casados. La mayor parte de ellos son solteros -32,2%- y casi el 10% ha puesto fin a su matrimonio, una cifra que llama especialmente la atención si se tiene en cuenta que en 2010 los divorciados representaban solo el 3,8%. El 11,1% restante representa a los ciudadanos que han perdido a su cónyuge.

La provincia ha alcanzado máximos históricos en términos de disoluciones matrimoniales, demostrando que cada vez en más casos el amor no es para siempre. En 2024 un total de 567 parejas quisieron acabar con su relación, según los datos publicados por el Consejo General del Poder Judicial. La mayoría -el 70,3%- fueron de mutuo acuerdo, algo que suele agilizar los trámites.

Perfil de los divorciados

El tiempo hace mella y en este caso para mal. Las parejas que llevan juntas 10 años o más son las que representan la mayor parte de los divorcios en la provincia desde que hay datos. En este sentido los dos primeros años después del “sí, quiero” podrían ser una prueba de fuego, sin embargo, los ourensanos que se divorcian en ese tiempo no representan más de la veintena de casos.

Lejos de suponer un motivo para evitar llegar al punto de no retorno, los hijos no hacen que los ciudadanos de la provincia den marcha atrás en su decisión de divorciarse. Más de la mitad de las disoluciones -un 54,3%- son de parejas que han echado raíces formando una familia. Además, cabe destacar que en la gran mayoría de los casos los hijos son menores dependientes. La madre es por norma general la que se queda con la custodia de los niños, siendo el padre el que habitualmente debe hacerse cargo de la pensión alimenticia.

En esta línea, la media de edad a la que los hombres se divorcian ronda los 48 años, mientras que las mujeres se acercan a los 45. Aunque no es lo más habitual, hay algunos casos en los que una de las partes de la pareja acumula más de un divorcio.

Menos bodas

Por otra parte, el matrimonio ha dejado de ser una tradición. En los últimos 20 años, el número de bodas celebradas en la provincia de Ourense ha descendido un 25,91%. Formalizar la relación con una gran celebración ha dejado de ser un requisito para establecerse como pareja. La falta de estabilidad económica entre los más jóvenes es uno de los motivos principales por los que las bodas se posponen, sin llegar a celebrarse en muchas ocasiones. Sin embargo, también existe un cambio de mentalidad.

Ese cambio de ideas se ve reflejado en el tipo de celebración que prefieren los novios para formalizar su enlace. El 68,12% de las bodas celebradas en 2003 fueron por la iglesia, mientras que ahora las ceremonias civiles son más elegidas, suponiendo más de un 80% en 2024.

Una pareja paseando por la ciudad.