Pedro, el trabajador de Bimba y Lola que no compró la Lotería de Navidad premiada: “Somos pocos los desgraciados”

ESQUIVÓ LA SUERTE

La otra cara de la moneda de la felicidad que muchos trabajadores vivieron este lunes en Bimba y Lola es la de la mala suerte de los pocos que no compraron el número agraciado. Pedro, uno de los trabajadores que se quedaron sin el décimo y que no compraron el número premiado, cuenta cómo está viviendo este momento

En la imagen se muestra su rostro y un texto con el que describe lo sucedido.
En la imagen se muestra su rostro y un texto con el que describe lo sucedido. | Red social Instagram

La Lotería de Navidad llamó a la puerta de la empresa gallega Bimba y Lola durante la jornada del lunes 22. La suerte fue fruto de una iniciativa de la propia compañía, que reservó dos números distintos y los puso a disposición de todos los trabajadores que quisieran adquirir participaciones en España. El premio llegó a varias de sus sedes, como en la de Ourense y la de Vigo, esta última es en dónde se encuentra la sede central.

El premio que recayó en el número adquirido para la empresa provocó alegría en muchos, pero también lo contrario en algunos por su mala suerte. Un ejemplo de esta última es el caso de un trabajador de Bimba y Lola llamado Pedro Barros que no participó en el sorteo de la Lotería de Navidad y no compró ningún décimo, “ni 10 euros, ni 20, ni 5, ni 40”, como relata en un vídeo publicado en su perfil la red social Instagram.

En la publicación confiesa lamentándose que “somos pocos los desgraciados” y siente no poder ser parte de la celebración. Para Pedro eran más las personas que no habían participado pero los sucesos le demostraron que eran muy pocos los que todavía eran "jodidamente pobres”, confirma en su video y muestra la participación en masa de la empresa.

El fiasco de no haber formado parte de esta iniciativa se hace visible en el lenguaje que utiliza, con palabras fuertes que reflejan sentimientos de confusión y desasosiego.

Pedro en referencia a quienes se encuentran en su misma situación les manda “un abrazo” y asegura no saber cómo “superar” el “trauma con la lotería”, ya que afirmaba estar en contra de “actos ludópatas” que fomentaran “el amor por el dinero” pero ahora el giro del destino lo hizo cuestionarse esos principios éticos. Para él esta experiencia le demostró que “hay que ser un puto ludópata porque después se te queda una cara de retrasado como la mía”.

El joven, en el texto que acompaña la publicación, manda un saludo a sus compañeros “que sí compraron” y muestra la oficina totalmente vacía, revelando que “la peña está de charleta”, en alusión a la fiesta que se desató tras la noticia. Ayer la celebración en Bimba y Lola fue por todo lo alto y a pesar de que sus empleados continuaron trabajando apenas tuvieron la oportunidad salieron a festejar.

Su evidente frustración por no haber participado se hace patente en sus declaraciones y sin duda, subraya una serie de ideas, cuestiones morales y de conducta que a menudo resultan contraproducentes, como el juego y la participación en loterías, una práctica que históricamente ha generado adicciones y la caída en desgracia de muchas personas para quienes la contención no fue su punto fuerte y que llegaron a perderlo todo.

Como mensaje final del video incita a que en el futuro si alguien tiene la oportunidad y puede que al menos comprar "el décimo del curro" lo haga porque sino advierte de que les puede suceder como a él "y a cuatro pelagatos más”. Visiblemente impactado por lo sucedido, asegura que es duro “no chupar ni medio euro mientras el resto celebra tener 125.000 pavos en su cuenta”. Para Pedro esto es una clara demostración de que “hay que comprar la lotería porque hay veces que toca" y más allá de promover la ludopatía o no "cuando toca muy cerca y a ti no te toca" todo se vuelve muy duro y para él la situación "es una puta mierda”.

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