Clavel de montaña, una planta con propiedades curativas

Dianthus hyssopifolius, conocido con los nombres castellanos de clavel coronado, clavel de montaña, clavel silvestre, clavelina, clavelina de Montpellier, clavelina de pluma o clavelina deshilachada, entre muchos otros, y en gallego con el de craveliñas, es una planta herbácea perenne de una belleza sencilla y natural, distribuidla sobre todo por zonas montañosas del sur y el oeste de Europa, de la familia de las Cariofiláceas.

Su nombre genérico, dianthus, procede del griego ziósanthos, término compuesto por las raíces ziós, es decir, “de Zeus”, y de anthos, que significa “flor”, tal como la denominó el filósofo y botánico griego Teofrasto. Significaría por tanto “flor divina”. Carlos Linneo lo sincopó en la palabra latina dianthus. Su epíteto específico, hyssopifolius, derivó del latín y significa “como las hojas de hisopo”.

Sus raíces, aunque su parte aérea se seca en invierno, siguen vivas bajo tierra, rebrotando en la primavera siguiente. Sus tallos florales son largos, esbeltos y pueden ser ramosos o simples. Sus hojas, de color verde grisáceo, son opuestas, largas, delgadas y blandas. Sobre los tallos florales aparecen pequeños capullos que se abren en vistosas flores, solitarias y de suave y agradable fragancia, tienen los pétalos de color rosado o incluso blanco, a menudo con una mancha basal oscura, rematados con flecos muy profundos y característicos, que la hacen fácilmente reconocible. Estos flecos son conocidos en botánica con el nombre de “lacinias”. Florece durante el verano. Sus frutos son capsulares y albergan en su interior semillas pequeñas, irregulares y aladas. En Galicia se encuentra en todo el territorio, creciendo de modo natural, en pequeños grupos, en pastos, claros de bosques, matorrales e incluso dunas, grietas de rocas o acantilados de la zona costera. En general, se desarrolla en zonas soleadas, con terrenos pobres en nutrientes y bien drenados. Es una planta muy resistente a las sequías y a las heladas. Sus semillas pueden plantarse en jardines o macetas.

Esta especie fue usada médicamente por sus propiedades curativas. En Fogoso del Courel, donde se le conoce con el nombre de curamil, se bebía el cocido de la planta para tratar tanto resfriados como la ciática. Se utiliza, asimismo, para obtener esencias para empleoar en la industria de la perfumería. Hay quien afirma que, durante la peste negra, se maceraba en vinagre y se utilizaba como remedio. Sus flores son fuente de alimento para mariposas, abejas y otros insectos, los cuales e encargan de la polinización.