La IA está reescribiendo las reglas del tráfico en internet

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Para los creadores de contenido, la prioridad ya no es solo posicionarse bien en Google, sino ser parte de una respuesta generada por IA… y esperar que alguien aún quiera saber más.

El cambio de ciclo en la red hacia un nuevo paradigma de comunicación basada en la IA es cada vez más patente.

Durante décadas, la llamada “web abierta”, la vasta red de contenidos accesibles libremente a través de buscadores, ha sido el corazón de Internet. Blogs, medios, foros y sitios independientes han vivido del tráfico orgánico, generado en gran parte por motores de búsqueda como Google.

Pero algo está cambiando. La irrupción de la inteligencia artificial está acelerando un declive que ya se vislumbraba: la web abierta está perdiendo visibilidad, relevancia y, sobre todo, visitas.

Uno de los cambios más significativos es la implementación de los “AI Overviews” por parte de Google: resúmenes generados por inteligencia artificial que ofrecen respuestas directas a las preguntas del usuario, sin necesidad de hacer clic en ningún enlace. Según datos recientes del Pew Research Center, cuando estos resúmenes aparecen, el porcentaje de usuarios que accede a los enlaces cae hasta un 8 %. Sin ellos, la tasa de clics es casi el doble. Aún más preocupante: solo el 1 % hace clic en las fuentes citadas dentro de esos resúmenes.

La consecuencia es clara. El tráfico hacia sitios web está cayendo. Según Similarweb, las visitas desde resultados orgánicos de Google hacia los 1.000 dominios más importantes descendieron un 6,7 % entre junio de 2024 y junio de 2025. Algunos medios hablan incluso de pérdidas del 30 % al 50 % en sus cifras de tráfico desde buscadores en apenas dos años.

Las webs han comenzado a adaptarse, con comunidades más fidelizadas, y hay una apuesta creciente por diversificar los ingresos. El modelo publicitario clásico basado en clics pierde fuerza, y en su lugar ganan terreno las suscripciones, el contenido premium y los patrocinios integrados. Algunos sitios incluso están experimentando con servicios propios de IA, generando contenido automatizado, resúmenes, o asistentes conversacionales entrenados con su base editorial.

Google ha reconocido el fenómeno. En una reciente declaración judicial, la propia compañía admitió que la publicidad en la web abierta se encuentra en “rápido declive”. A todo esto se suma un cambio cultural en los hábitos de navegación. Los usuarios ya no quieren “buscar” información; quieren que se les “dé” una respuesta. La IA se ha convertido en un “motor de respuestas” más que de búsqueda.