Doble castigo para Valdeorras: malas carreteras y peor transporte público

El déficit en el mapa de comunicaciones por carretera es una de las principales reivindicaciones de la comarca de Valdeorras, que espera desde hace casi dos décadas por la concreción de la autovía que le acercaría a la ciudad de Ourense y le pondría en igualdad de condiciones con prácticamente el resto de la provincia. En este sentido, el mapa del transporte público gestionado por la Xunta a través de las líneas de autobús evidencia que Valdeorras y, en particular, su concello de referencia, O Barco, sufre un doble castigo, ya que a las muy mejorables infraestructuras se ofrece una cartera de servicios en autobús muy inferior pese a ser el cuarto municipio con más población de la provincia. Según los horarios del portal oficial de la Consellería de Infraestruturas (bus.gal) para cualquier jornada laborable de lunes a viernes, las conexiones en autocar entre O Barco y Ourense son apenas tres en cada sentido (8,00; 15,00; y 22 horas), una cifra que contrasta considerablemente con las oportunidades que se ofrecen a los vecinos de las villas de un tamaño similar, como son Carballiño, Xinzo y Verín. Diferencia El nexo común que tienen estas tres localidades es su conectividad con la ciudad, Carballiño aprovechando la A-52, la AG-53 y la AG-54, que permite realizar el viaje en apenas media hora en la mayoría de los casos y con hasta ocho horarios alternativos, mientras que Xinzo y Verín tienen siete frecuencias al formar parte del eje de desarrollo generado a partir de la A-52. La autovía das Rías Baixas es también la infraestructura clave para conectar otras cabeceras de comarca como Allariz y Ribadavia, con un total de siete y 11 horarios alternativos diferentes según el portal autonómico, permitiendo además viajes cómodos y con un tiempo muy competitivo, a diferencia de los desplazamientos hasta O Barco desde la estación intermodal, que duran entre 105 y 120 minutos. A la par Claramente castigada respecto a las villas que se benefician de su posición geográfica junto a la infraestructura que vertebra el sur de Galicia, las alternativas en transporte público para conectar con Ourense de O Barco se asemejan a las que disfrutan en otros concellos referencia en su comarca pero con una población claramente inferior. Es el caso, por ejemplo, de Trives, donde sus vecinos tienen dos horarios distintos para llegar a la ciudad de As Burgas. También sufren, en este caso por la no continuación de la AG-31 hasta la frontera portuguesa, en la localidad de Bande y, por extensión, la comarca de A Baixa Limia, donde las frecuencias también son dos en cada sentido. Mientras, en Celanova, que sí está conectada por autovía con Ourense, existen tres servicios diarios. La característica de esta villa es que su estación de autobuses, construida en 2002, nunca llegó a funcionar como tal, lo que obliga a los autocares a realizar la parada en la avenida de San Rosendo. Sin voluntad para completar el plan de la red viaria La fragilidad de los servicios de transporte público y la falta de unas infraestructuras que aumenten la competitividad de los tiempos de viaje y la seguridad no tiene visos de una solución rápida, dado que los proyectos de la autovía A-76 y la prolongación de la AG-31 desde Celanova hasta la frontera portuguesa no parecen estar entre las prioridades de las administraciones. En Valdeorras, por tanto, se tienen que conformar con una N-120 en la que en buena parte del recorrido no hay posibilidad de adelantar o el firme no es el más adecuado. También en la Baixa Limia reclaman con insistencia que la autovía no se detenga en Celanova, pero por el momento solo hay en proyecto la mejora de la OU-540. La alternativa del tren da cada vez más problemas El mapa del transporte público interurbano en la provincia lo completa el servicio ferroviario que Renfe ofrece, desde el tijeretazo a la oferta en 2013 bajo el mando de la gallega Ana Pastor en el Ministerio de Fomento, a las villas de O Barco, Carballiño y Ribadavia, pero los trenes son cada vez un quebradero de cabeza mayor para los usuarios. La localidad valdeorresa es, ahora, la “mejor” comunicada con la ciudad de Ourense, ya que aunque solo son dos frecuencias por sentido, estas permiten al menos ir y volver en el día para realizar cualquier tarea en la urbe. No sucede esto en los casos de Carballiño y Ribadavia, en los que Renfe ha reducido la oferta a los vecinos a solo un tren diario en cada sentido. Además, si alguien se planteara la ida y la vuelta a la estación intermodal, debería tener que trasnochar en Ourense para que pudiese ser una realidad, algo que carece totalmente de sentido y que reduce cada vez más la ocupación de estos servicios. Es solo un síntoma más de la pérdida de servicios después de que en 2013 se borrasen directamente del mapa todas las paradas entre Ourense y Zamora, a excepción de A Gudiña.