Crisis del coronavirus

Ourense coge aire tras dejar ya atrás la fase más agresiva de la pandemia

Ourense. 24/04/2020. Minuto de silencio del personal sanitario del Chuo en apoyo a sus compañeros muertos y contagiados por el Covid-19.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Minuto de silencio del personal sanitario del Chuo en apoyo a sus compañeros muertos y contagiados por el Covid-19.// Foto: Xesús Fariñas
Entre el 29 de marzo y el 4 de abril, acumuló un tercio de los casos y hospitalizados y muertos comenzaron a subir por decenas

Siete semanas han transcurrido ya desde que saliese a la luz el primer caso de coronavirus en la provincia de Ourense. Desde aquel contagio de una profesora del colegio Salesianos se han detectado, según el último parte difundido por el Sergas, 1.716 más con una evolución de la pandemia en la que se pueden observar diferentes fases atendiendo a un análisis por cada una de las siete semanas que han pasado, seis de ellas con el estado de alarma en vigor y, en consecuencia, las medidas de confinamiento y restricción de la movilidad activadas. Estas se prolongarán, si no hay cambios, hasta el 9 de mayo, fecha marcada en rojo para comenzar la anhelada desescalada -el 2 de mayo se apunta ahora para permitir la práctica de deporte individual y los paseos-, con un primer paso que se dará hoy al permitir la salida de los menores de 14 años acompañados de un adulto.

En este sentido, parece haber motivos para el optimismo, al haber cogido Ourense algo de aire en las últimas semanas después de sufrir la fase más grave de la pandemia a caballo entre marzo y abril, en una semana en la que todos los indicadores dejaban a la provincia en una situación delicada que parece estar camino de reconducir, sin poder bajar la guardia.

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Compás de espera

Los primeros días con el coronavirus ya copando prácticamente todos los titulares, en Ourense se veía como era en el área sanitaria de A Coruña donde más estaba golpeando la enfermedad, aunque poco a poco iba haciendo mella también en la provincia. Los primeros problemas comenzaban a surgir en centros educativos, pero también en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), con dos sanitarios infectados, o la senadora Carmen Leyte entre los casos conocidos. En el momento en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba que desde el domingo 15 se decretaba el estado de alarma, Ourense sumaba 15 casos de coronavirus, con uno de ellos hospitalizado en el centro médico El Carmen.

Primer drama

Ya con los ourensanos en sus casas salvo aquellos que por motivos laborales o para realizar recados esenciales podían salir a la calle, la crisis del coronavirus comenzó a empinarse, pasando en una semana de 15 a 75 contagiados, empezando a percibirse ya el problema en el CHUO, donde la gerencia del área sanitaria aceleraba el plan de contingencia para hacer frente a la enfermedad, tratando ya a 13 pacientes. El viernes 20 de marzo se producía además el primer fallecimiento en Ourense, una mujer de 93 años que era usuaria de la residencia San Carlos de Celanova.

Brote y alarma

Fue precisamente el geriátrico celanovés el que destapó la caja de los truenos de los problemas de este tipo de equipamientos sociosanitarios, que se han convertido en un dolor de cabeza para las administraciones. Contagios masivos obligaron a la Xunta a habilitar una residencia integrada en Baños de Molgas mientras en una semana eran ya más de 300 los casos de coronavirus en Ourense, con siete fallecidos más y los hospitalizados elevándose al cierre de la tercera semana de crisis a 78 personas. En el lado positivo de la balanza, comenzaban a curarse los enfermos, con las primeras ocho altas concedidas.

Momento más crítico

Lo peor aún estaba por llegar y fue en la cuarta semana (los siete días entre el 29 de marzo al 4 de abril) cuando se confirmaron 582 positivos, un tercio del total de contagios, período en el que también empezó a engordar a un ritmo mucho más rápido la lista de fallecidos, pasando de ocho a 39, un incremento similar al que se produciría los siete días posteriores. Coincidió con el problema vivido en residencias como Nuestra Señora de la Esperanza, donde se detectaron 140 positivos (lleva una veintena de fallecidos), Divino Maestro o Nuestra Señora de Fátima de O Barco.

Entre finales de marzo y principios de abril también se puso a prueba la resistencia de las unidades hospitalarias, con los ingresos en la provincia llegando incluso a los 217 en alguna jornada y las UCIs soportando hasta 23 pacientes. Se vivían también noticias positivas, con 54 pacientes curados en siete días.

Tímido descenso

Tras casi 600 positivos en una semana, los siguientes días supusieron el inicio del largo descenso en el que la provincia todavía está inmerso. Los nuevos casos entre el 5 y el 11 de abril ascendieron a 387, empezando también a notarse una disminución de ingresados en los hospitales ourensanos, así como una racha de altas que llevó a sumar un total de 91.

Tendencia positiva

La propagación del virus bajó de ritmo las dos últimas semanas, con 176 y 186 casos respectivamente, una suma de ambos que es inferior a la de positivos detectados en el período entre el 5 y el 11 de abril (387), logrando también situar la cifra de personas en hospitales por debajo de las 150 y los pacientes en UCI en 16. Asimismo, esta última semana se han registrado 15 defunciones, cuatro menos que en los siete días anteriores. La cifra menos optimista es la reducción de altas, con 69 desde el pasado domingo, cuando las dos semanas anteriores fueron 91 y 92.  

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Más curados que contagios por segundo día consecutivo

Mientras la pandemia parece afilarse en Galicia por los malos registros que están mostrando áreas como A Coruña, a la que ayer se sumaron Vigo, Pontevedra, Lugo y Ferrol, en Ourense se registraron ayer por segundo día consecutivo más personas curadas que nuevos contagiados, volviendo a caer la cifra de casos activos, ahora por debajo de la barrera de los 1.300, según los datos aportados por la gerencia sanitaria de Ourense. Solo Santiago fue capaz también de disminuir este indicador en la jornada de ayer.

Con todo, el balance divulgado por el Sergas refleja que ayer se sumaron 19 casos más a la lista ourensana de afectados por el coronavirus, un incremento diario que está por encima de la medida que el Ministerio de Sanidad maneja como uno de los factores para decidir la velocidad del desconfinamiento como es la tasa bruta de nuevos contagios, recomendándose que esté por debajo de los dos casos por 100.000 habitantes, estando ayer en Ourense en algo más de seis.

Sí se empieza a aclarar el panorama en lo que respecta a la presión hospitalaria y de la UCI, dado que atendiendo a los datos proporcionados por el Sergas, ayer eran 148 las personas bajo supervisión de los sanitarios en hospitales, 132 en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, seis en el hospital de Verín, siete en Valdeorras y tres en Cosaga. Esto supone que apenas algo más del 11% de los contagiados en estos momentos con coronavirus requieran ingreso, un porcentaje que está cayendo durante los últimos días, dejando atrás aquellos días en los que se superaban los dos centenares de hospitalizados. En las recomendaciones de Sanidad se fija que estar por debajo del 30% es un factor positivo, al igual que no cargar demasiado la UCI, algo que tampoco sucede en el caso ourensano, al haber bajado desde los 23 pacientes (cifra más alta de la pandemia) a los 16 que se anotaban ayer.

Por su parte, la provincia logró superar ayer las 300 altas concedidas, siendo ya 314 las personas que se han curado de la enfermedad, una veintena más que el día previo.
Menos suerte corrieron las dos personas que ayer perdieron la vida afectadas por el virus. Según informó la gerencia, se trata de dos mujeres de 83 y 90 años que estaban ingresados en el CHUO y a los que se les habían detectado patologías previas. Con estas dos víctimas, el balance global de muertos en Ourense sube hasta 106, mientras que en Galicia, algo más de un 20% de las del conjunto de Galicia, que acumula 515 defunciones tras otras 11 de las que la Xunta informó ayer, cinco de ellas en residencias de mayores.

En los geriátricos se sigue, por su parte, estabilizando la situación en lo que se refiere a la propagación del virus, dado que el número de casos volvió a reducirse al poder celebrarse una docena de altas correspondientes a usuarios de la residencia Nuestra Señora de Fátima de O Barco, donde también un trabajador está libre de la enfermedad. Así, el balance divulgado por la Xunta refleja que los casos activos en centros de la tercera edad ourensanos son 342, de los cuales 233 son de ancianos y 109 de empleados. 

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