Ourense despide a Benigno Moure, el hombre que dio “nuevas respuestas a los nuevos problemas sociales”

A hombros de sus familiares y antiguos colaboradores, y entre el silencio de quienes esperaban su llegada, entraron en la catedral de Ourense los restos mortales de don Benigno Moure, fundador de Caldaria e impulsor de la Fundación San Rosendo, además de otras iniciativas a favor de los más pequeños y personas con limitaciones físicas.

“Fue un digno pastor de Cristo, y un ejemplo de vida sacerdotal”, afirmaba Leonardo Lemos, obispo de Ourense, a quien correspondió presidir los actos litúrgicos, que llenaron la nave central del templo y parte de las alas laterales, con una nutrida presencia de representantes del mundo de la política -encabezados por Miguel Santalices, presidente del Parlamento de Galicia, y donde también estaba el presidente de la Diputación, Luis Menor- y la empresa; y también de antiguos y actuales trabajadores de las residencias que Moure puso en marcha a lo largo de su vida.

Seguirá velando en espíritu por la buena salud de la Fundación”, aseguró el obispo Leonardo Lemos durante el funeral

La ceremonia, que siguió el rito de despedida de los sacerdotes, giró en torno al espíritu de servicio. Tras la lectura del evangelio, que versó sobre las bienaventuranzas, el obispo de Ourense tomaba la palabra “queriendo expresar a los familiares y miembros del patronato de la Fundación San Rosendo el más cariñoso saludo de los obispos de Galicia y el Arzobispo de Santiago”, que no pudieron estar presentes en la ceremonia por un compromiso previo con sus homólogos portugueses.

Un hombre fuerte

“Aunque todos éramos conscientes de la delicada salud de nuestro hermano, también conocíamos su fortaleza de espítiru, y esperábamos que se recuperara”, seguía glosando monseñor Lemos, expresando a continuación su seguridad en que el religioso “seguirá velando en espíritu por la buena salud de la fundación”.

“He pensado mucho en el talante personal de don Benigno”, seguía diciendo Leonardo Lemos, “quien siempre buscó hacer el bien por los demás en sus distintos papeles. Primero en Xinzo de Limia y Santa Eufemia. Luego al frente de Cáritas”, que Moure puso en marcha por encomienda del entonces obispo de la diócesis, monseñor Temiño. “Cáritas sigue siendo un buen observatorio para que cualquier obispo puede ver cuáles son las necesidades de Ourense”, aseguraba el obispo. Desde esa institución “nacía la semilla que se convirtió en el árbol que es hoy la Fundación San Rosendo”.

Para hablar de esta obra, Lemos citó al propio Benigno Moure: “Primero, niños, luego adultos de etnia gitana, luego mujeres maltratadas, después mayores… y no es suficiente. Debemos dar nuevas respuestas a los problemas sociales. No es el final, solo el principio de un nuevo camino”, palabras que formaban parte de un discurso que el finado sacerdote pronunció con motivo del 25 aniversario de la Fundación San Rosendo.

“Que sus obras le acompañen” deseó Lemos, quien no ignoró que “en la historia de las grandes personas también hay sombras”, recordando unas palabras de su predecesor, José Diéguez Reboredo, quien afirmó que “don Benigno encontró algunas espinas en su camino”, en referencia a los problemas judiciales que tuvo el sacerdote. Un camino que, en palabras del actual obispo de la diócesis “recorrió para seguir la vía de la misericordia”, una misericordia que deseó para el desaparecido Benigno Moure.