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Turismo
El primer puente de la “segunda normalidad” llega a Ourense con hoteles de la ciudad rozando el 60% de ocupación media, mientras que la Ribeira Sacra y el turismo rural se permiten mejores datos, superando el 70% de ocupación. Las Letras Galegas son el primer festivo de la apertura de movilidad más potente y de las medidas más favorables en la hostelería, con bares y taperías abiertas hasta las once y restaurantes hasta la una de la madrugada. El turismo llega a cuentagotas, la Catedral de Ourense celebra su reapertura tras siete meses de parón y el sector es unánime con un “SOS” por las termas públicas, el atractivo ourensano que el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, da por muerto, al menos hasta 2022, y que en el colectivo ya hace mella. Las reservas dependen, en gran parte de los casos, del termalismo. El “oasis” privado de Outariz alivia, en parte, a un sector muy tocado por la pandemia.
En el hotel Barceló contaban ayer con un 60% de reservas para hoy, el día más fuerte. “Esperamos un último minuto bastante potente”, dicen desde el hotel, que ya recibe turismo de León, Valladolid y Madrid. “Con las termas hay un poco de resignación, después de dos años seguimos sin tener A Chavasqueira. Nuestro cliente es más de termas privadas, pero al tener solo una opción, con aforo limitado o miedo a compartir espacios, afecta”. El perfil de clientela utiliza Ourense como “base”: “Duermen aquí y aprovechan para ver Ribeira Sacra o Vigo”.
Desde el Hotel Altiana celebran un lleno para hoy, aunque mañana y el lunes las reservas caen. “A recuperación é lenta, pero moitos clientes son de última hora”, confían. Las termas paradas, una piedra en el camino: “Se non hai termas, a que vas vir, ao Paseo? Hai xente que vén á Ribeira Sacra, pero as termas eran tamén un puntazo. Se as recuperasen, o cliente quedaría máis días”. Al completo para hoy también están en el Novo Cándido y, en la misma línea, el resto de días son más flojos.
En el Eurostars Auriense, la ocupación media para los tres días ronda el 40%. Difieren en la opinión sobre el cierre de las pozas: “Al tener las pozas privadas de Outariz, la gente lo entiende en esta situación de pandemia”.
A pie de calle, Rosa Dorado, una de las guías turísticas veteranas de la ciudad, ha diversificado su oferta a rutas por el resto de la provincia. “Todo va muy lento. Seguimos con la tendencia de viajes en privado, excursiones de un día… O Ribeiro está funcionando, pero en la ciudad, el cierre de las termas sienta fatal”. Dorado reivindica que “la imagen de Ourense son las termas, es el motor y el motivo de que venga mucha gente. Muchos cancelan o se van al Ribeiro. Esto hay que abrirlo cuanto antes porque somos capital termal, si hay que hacer reformas, que las hagan”. Pepe Mosquera, delegado en Ourense de la Asociación de Guías de Turismo de Galicia, confirma la “lentitud” de la vuelta del turismo. “Estamos viendo que la costumbre es reservar a última hora”, dice. Sobre las pozas, Mosquera apunta que “no solo nos afecta a los guías, sino a hoteles y restaurantes. Las aguas son el símbolo de la ciudad y la gente es por lo que pregunta”.
La Ribeira Sacra, en su camino a ser declarada Patrimonio de la Humanidad, goza de una ocupación media del 72,5%, según los datos del Consorcio de Turismo. La cifra se eleva al 80% en las casas de turismo rural y baja hasta el 70% en hoteles de 3 y 4 estrellas y en apartamentos. Otra zona para los que prefieren tranquilidad es el balneario de Laias. Desde Caldaria apuntan a 60 habitaciones ocupadas para estos tres días, del total de 92. “Lo que más triunfa es el paquete de experiencias, la escapada de primavera y la primavera gastronómica”, explican desde Caldaria.
Felipe Pires, presidente de Limia Verde, entidad que agrupa alojamientos de Baixa Limia, A Limia y Celanova, apunta a una ocupación media del 70%. “Houbo bastante demanda e con antelación. Empezamos a coller bo ritmo”.
Los restaurantes aprovechan el tirón de las cenas en la víspera del festivo
La otra pata del sector turístico es, sin duda, la hostelería. Las nuevas medidas que amplían sus horarios dan esperanza al colectivo. El restaurante Sanmiguel, en el Casco Histórico, afronta el festivo de las Letras Galegas con un cambio: aprovechan el tirón del lunes -su día habitual de cierre- para abrir el restaurante y descansar el martes. “Con el permiso de abrir hasta la una de la madrugada el cambio se está notando para bien”, dicen desde el negocio, que también ampliará el horario mañana. “Es pronto para saber si esta alta demanda de clientela es debido a que podemos abrir hasta la una o por el puente”, señalan.
Desde el Bodegón Antiga Leitería, en A Ponte, señalan que “temos reservas, pero non é unha locura”. Con todo, ayer por la tarde ya tenían el comedor medio lleno de reservas y clientela para hoy y mañana. El restaurante Umami, en Vinos, ya contaba hace semanas con reservas hasta mediados de junio, gracias a la nueva medida que permite que abran hasta la una de la madrugada.
La Unión de Hosteleros de Ourense confirma la recuperación “a cuentagotas” del sector y se alegran de que “cada día la gente reserva con más antelación, aunque siempre aparecen clientes de última hora”. Con todo, la reactivación del sector va “poco a poco”.
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