La víctima del tiroteo de Maceda: “Me debía 2.000 euros, reclamé y me disparó 6 veces”

Dos meses y una semana después de recibir tres disparos que lo mantuvieron 22 días entubado en la UCI del hospital, la víctima del tiroteo de Maceda en un inmueble de la calle Cardenal Quiroga compareció en calidad de testigo ante el juez instructor del caso. En su declaración, que se liquidó en menos de media hora, David Rodríguez, más conocido como “Choupi”, dio oxígeno a la imputación de Jesús R.O., un viejo conocido, en un delito de tentativa de asesinato. La víctima, que ante la Guardia Civil hizo dos declaraciones muy diferentes, responsabilizó a Jesús de seis disparos con un arma corta a las 09.30 horas del 2 de noviembre del pasado año. Tres de ellos lo alcanzaron en la cara, pierna y abdomen. Describió un ataque sorpresivo cuando el principal imputado en esta causa se levantó del sofá con el pretexto de ir al coche en el que se había desplazado a Maceda, conducido por Miguel Ángel S.G., a por los 2.000 euros que le debía. Ayer, Choupi, ganadero de profesión, sí detalló el origen de la deuda. Asegura que Jesús le vendió dos coches de segunda mano que al poco tiempo precisaron reparaciones mecánicas que el comprador asumió. La factura del taller ascendió a 2.000 euros y Jesús se comprometió a abonárselos. La noche de los disparos, David Rodríguez dio un ultimátum a Jesús para que le pagase la deuda contraída y lo llamó. Dos días antes hay mensajes de texto en los que la víctima insiste en cobrar los 2.000 euros que, por lo visto, se le adeudaban desde hacía seis meses. Esta declaración incriminatoria no convence al abogado del principal imputado (la persona que lo llevó hasta Maceda también figura como investigado). Arturo González aseguró a la salida del juzgado que David “incurrió en contradicciones importantes con respecto a lo manifestado por Miguel Ángel en sede judicial”. Choupi aseguró ayer ante el juez y la fiscal que Jesús estuvo en su casa apenas 10 minutos. Miguel, por contra, sostiene que su amigo no regresó al coche hasta las doce de la noche. “Está claro que el denunciante ajustó la declaración al atestado que elaboró la Guardia Civil”, valoró González. Ataque alevoso El testimonio de David Rodríguez permite seguir al juez adelante con el caso al apuntalar una tentativa de asesinato. Describió un ataque alevoso: disparos a traición cuando Jesús se levantaba del sofá para ir al coche, y sobre seguro, al aprovecharse de la indefensión de la víctima. Pero, además, con esta versión podría cambiar en el día de hoy la situación personal del principal investigado, a quien el juez dejó en libertad el pasado domingo por falta de indicios contundentes contra él, ya que David confesó primero a los agentes que no sabía quién le había disparado y posteriormente les dio el nombre de su amigo Jesús. Por esta razón, el ministerio fiscal pidió ayer una comparecencia del principal sospechoso para reclamar su ingreso en prisión, que se celebrará esta misma mañana. Jesús R.O., tras ser detenido el pasado jueves, quedó el domingo en libertad pero con una orden de alejamiento con respecto a la víctima de 500 metros. Para el juez instructor, la declaración acusadora de Choupi ante la Guardia Civil -la segunda- no resultaba concluyente “tras una primera declaración en la que no fue capaz de identificar al autor de los hechos”. La víctima se personó ya en la causa como acusación particular. Su abogado, Eduardo Sánchez, aseguró ayer que la vida de su cliente, que aún está de baja médica, estuvo en peligro y que en ningún momento vio el arma hasta que su adversario la detonó. La testifical de ayer no afecta al otro investigado. Su abogado, Benjamín Caramés, dice que se limitó a llevar a Maceda a Jesús porque “iba a entregar una herramienta a su cuñado”. El juez citó ayer a la mujer del supuesto autor del tiroteo como testigo, pero se acogió a su derecho de no declarar.