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Un nuevo desprendimiento del techo en el Hospital Materno Infantil de Ourense reaviva críticas por el traslado

EN EL PUNTO DE MIRA

El derrumbe de un falso techo en EL Hospital Materno Infantil, el tercero en el centro, agrava la preocupación por la seguridad y la falta de planificación en el traslado al Edificio de Cristal.

Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO)
Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO)

El Hospital Materno Infantil del Centro Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) ha sufrido este jueves un nuevo incidente estructural, tras el desprendimiento de un falso techo en la segunda planta del área de obstetricia. Afortunadamente, el suceso no ha provocado heridos, según ha confirmado la dirección del centro.

Se trata del tercer incidente registrado en el Materno Infantil, según ha señalado el sindicato de enfermería SATSE, que ha detallado que el derrumbe se produjo en un despacho, aunque llegó a afectar también a alguna habitación de residentes.

Este nuevo episodio se produce a escasos días de finalizar las obras de acondicionamiento del Edificio de Cristal, adonde se trasladarán los servicios de pediatría y obstetricia actualmente alojados en el Materno Infantil. El CHUO espera culminar los trabajos la próxima semana, en el marco de un proyecto financiado por la Xunta de Galicia con un presupuesto de 2,7 millones de euros.

Un traslado bajo presión

Las obras comenzaron oficialmente este lunes. Según el plan previsto, la hospitalización de obstetricia se reubicará en la zona derecha de la primera planta del Edificio de Cristal, mientras que las consultas y pruebas diagnósticas ocuparán el ala izquierda.

La unidad de partos se trasladará temporalmente a la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria, próxima al nuevo edificio. Por su parte, las unidades de pediatría, incluida la UCI y neonatología, se moverán a la cuarta planta del Edificio de Cristal, con una distribución similar.

Desde la gerencia del CHUO se asegura que el traslado garantizará una "mejor coordinación" entre obstetricia y pediatría, gracias a su ubicación en espacios contiguos y con "comunicación interna reforzada".

El desprendimiento ha vuelto a poner el foco en las condiciones del hospital y la gestión del traslado. SATSE ha mostrado su preocupación por la falta de seguridad:

“Nos preocupa que no hayan sido más diligentes a la hora de determinar lugares de trabajo seguros”, ha declarado el sindicato, que reclama que se escuche "la opinión de los trabajadores que están a pie de cama".

También la Asociación de apoyo a la lactancia Arrolos de Teta ha cargado contra lo que consideran una falta de planificación real:

“Nos quieren hacer creer que hay cuatro meses de planificación, pero todo responde a una improvisación chapucera”, ha criticado Parvati, portavoz del colectivo, añadiendo que “las mujeres a día de hoy no saben cómo van a parir”.

Mientras tanto, el hospital continúa con los trabajos de traslado y reubicación, con la presión creciente de garantizar seguridad, transparencia y coordinación en un momento clave para la sanidad ourensana.

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