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La provincia de Ourense ha cerrado un año 2022 para olvidar en materia de nuevas inversiones, especialmente por los “olvidos” del Gobierno en proyectos largamente demandados, pero también por la parálisis de algunas obras de la Xunta de Galicia que ya tenían que estar rematadas y que han frenado los sobrecostes generados por la inflación. Con esas deudas contraídas, la provincia afronta 2023 con más de 200 millones de euros pendientes de ejecutar, con muchas obras en marcha y otras que se tienen que poner a andar tras encadenar retrasos, bien saliendo a concurso o bien comenzando los trabajos, en los próximos meses.
La inversión estatal en 2022 estuvo muy por debajo de lo que, sobre el papel, marcaban los Presupuestos Generales del Estado de ese año. El Gobierno central consignó 157,5 millones de euros en inversión territorializada para la provincia, pero los datos facilitados por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) de 2022 -a falta del mes de diciembre- sacan a relucir la realidad: solo se licitaron 21,6 de los 157,5 millones consignados, apenas el 14% de lo presupuestado, siendo la séptima provincia española con menor licitación de obra pública estatal.
Este año tiene que ser el de la plasmación real de dos obras muy importantes. Por un lado, el arranque de las obras de la Circunvalación Norte, cuya primera piedra se puso el pasado mes de septiembre, pero que todavía está en una fase primigenia. Deben acelerarse en este primer trimestre. Esta obra, que totaliza 29,3 millones tiene reservadas en las cuentas estatales 8,9 millones para este ejercicio. Además, la aspiración es que se pueda licitar la segunda fase también a lo largo del año, con otro millón consignado. La principal obra que se debe poner en marcha tras el flagrante incumplimiento de plazos es la estación intermodal, en la que el Gobierno asegura tener 17 millones reservados para licitar este primer trimestre de 2023. El conjunto del proyecto -que se prevé acabar en 2029- suma 146 millones. En todo caso, en 2022 se prometieron 21,2 millones y acabó el año sin invertirse ni un solo euro.
Otro de los proyectos eternamente postergados que no debería pasar de 2023 es el saneamiento integral del Barbaña, que suma 30 millones de euros, y que deberá salir a concurso antes de acabar este año para no perder los fondos de la UE, que financian la mitad de la actuación. Ya han pasado cinco años y seis meses desde que se redactara el proyecto, y hoy sigue, tras encadenar retrasos y fallos, en fase de evaluación ambiental.
Otros 20 millones de inversión se acaban de reactivar en la circunvalación de O Barco, una demanda histórica, cuyas obras estuvieron prácticamente paralizadas en 2021 y 2022, y que a día de hoy ya debería estar finalizada.
Además, 2023 es el año señalado para acometer las mejoras del túnel de Ramón Puga y Tarascón, por 1,2 millones. El alza de precios ha obligado a modificar ambos proyectos para actualizar costes.
También se continuarán las obras del Museo Arqueolóxico, que totalizan 9 millones, y podría darse luz verde, por fin, a la nueva sede de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, si bien aunque el Gobierno está valorando dos opciones, dice que “no está siendo fácil debido al planeamiento urbanístico existente”. A esto se suman los dos primeros tramos de la Variante Exterior del AVE, ya en marcha por más de 100 millones, y que marchan a buen ritmo.
Está previsto retomar en las próximas semanas dos infraestructuras fundamentales que quedaron paralizadas por la crisis de precios. Por 6,4 millones se ha adjudicado por la vía urgente para retomar en febrero el parque acuático de Monterrei, que deberá rematar en verano la parte de las piscinas, y que se había retrasado en 2022 porque la adjudicataria renunció a la obra por la inflación.
En la misma línea, el Centro para personas con discapacidad de Barrocás, que quedó a medias también por la inflación, se reactivará con otros 8,2 millones para cumplir una vieja demanda de las familias.
A estas inversiones, se suman los 48 millones ya en marcha del Plan Director del CHUO, y que ya tiene en marcha la construcción del nuevo edificio, la ampliación de la UCI (8,2 millones) o la Unidad de Medicina Nuclear (3 millones). Se prevé que a lo largo de 2023 salga a concurso el Centro Integral de Saúde Nóvoa Santos (3,4 millones), que conlleva la demolición del centro actual.
Más allá de la sanidad, en 2023 se prevé que en el primer trimestre se licite la ampliación del Polígono por 4 millones, y antes del verano la primera fase de la macrosenda que atravesará la ciudad de norte a sur por 8,4 millones -empezando por la humanización de la avenida das Caldas-. Si los plazos se cumplen, está previsto que empiece a construirse la nueva sede de la Xunta en As Lagoas, cuyo montante asciende a 24 millones.
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