Paula y Marta, dos mellizas ourensanas que buscan con el MIR seguir la estela de sus padres

Seis años en el instituto, un examen en la selectividad... ¿y después qué? Sentarse delante de la lista de posibles carreras tras hacer la EBAU genera una de las preguntas más complicadas para muchos adolescentes. Sin embargo, en una familia de Ourense, el destino tras acabar el bachillerato no estaba escrito, pero sí tenía muchas papeletas para que la Medicina fuera la gran elegida.

Paula y Marta Vilariño (Ourense, 2000) se enfrentan este sábado al examen Médico Interno Residente (MIR) que pone punto final a siete años de trabajo, esfuerzo y dedicación. Estas mellizas son hijas de Rubén y Chus, dos médicos de familia que ejercen el Centro de Saúde Nóvoa Santos y en el de A Ponte, en la capital. Una profesión que las más pequeñas de la casa disfrutaron desde bien pequeñas: "Siempre nos gustó lo felices que eran ellos al ayudar a las personas, conocían a todo el mundo en la calle", recuerda Paula, quien ahora está cerca de replicar su camino, al igual que su hermana.

Seguir sus pasos

Ambas hermanas aseguran que la posición de sus padres nunca fue una "presión" o una "sobreinfluencia", sino que seguir sus pasos nació de forma natural. Paula y Marta estudiaron medicina en la Universidad de Navarra y, tras este curso en una academia de Oviedo, están cerca de llegar a la última parada de esta maratón.

Marta asegura que "Ver a mis padres hizo que me picara el gusanillo"

Paula tenía clara su pasión por la rama de la salud, mientras que Marta, asegura, la fue descubriendo. "Ver a mis padres hizo que me picara el gusanillo", comenta, aunque llegó a dudar "con la carrera de Derecho".

Dos mellizas muy iguales

"Siempre fuimos juntas en todo, pues al final nos acabó gustando a las dos lo mismo", comenta Paula entre risas. Y es que a simple vista se hace un reto diferenciar físicamente a dos hermanas de O Couto que fueron juntas en la misma clase durante toda la época escolar y que, además, comparten gustos, aficiones y amigos.

Sin embargo, en estos largos meses han tenido experiencias distintas. Paula, en su personalidad perfeccionista, admite estar "obsesionada" y haber pasado "épocas muy malas" de agobio por el futuro próximo, mientras que Marta, por su parte, "lo lleva mejor".

Pese a todo y con el examen a la vuelta de la esquina, ambas tienen por seguro que se trata de "una carrera de fondo, un año entero de exámenes" en el que tienes que mantener un poco la mentalidad.

La elección "de nuestra vida"

Ahora se enfrentan a una de las elecciones que más han meditado, la de "nuestra vida", pero que también podría tener un futuro común: la rama a elegir tras el MIR. La estela de sus padres se acentúa a la hora de pensar en qué especialidad escoger, colocándose la medicina de familia en puesto número uno en sus preferencias.

Así opina Marta, pese a que Paula abre la puerta también a "pediatría u oncología", pero todo dependiendo de un duro examen que "te clasifica": "No puedes tener mucha previsión".

"La medicina de familia es lo básico, ayudar a la gente", defiende Paula

No les echa para atrás el "estigma" que pesa sobre la medicina de familia. "Cuando te presentas al MIR la gente te pregunta "¿vas a hacer cirujano, dermatólogo...?" y como en medicina de familia suele haber plazas parece que es menos", comenta Paula, algo en lo que está en desacuerdo: "Al final es lo básico, la medicina pura y dura, el ayudar a la gente, yo eso es lo que viví desde mi casa".

Y al acabar el examen, ¿qué?

Paula Vilariño: "Elegiría A Coruña u Ourense"

Junto a la especialidad dentro de la medicina, la elección del destino es otro de los puntos clave en los dolores de cabeza de los estudiantes del MIR. Marta es "un alma más libre", por lo que se mantiene a la expectativa antes de decidir una ciudad, Paula, sin embargo, pone la mira en su comunidad natal: "Yo prefiero volverme a Galicia. Elegiría A Coruña u Ourense".

Lo que es seguro es que el buen hacer de estas mellizas durante los últimos siete años pondrá punto final a muchas horas delante de los libros, con apenas unas semanas de descanso desde la graduación de la carrera a la vuelta al ruedo para preparar este examen. Un examen que abrirá las puertas a, quien sabe, continuar el camino que un día sus padres recorrieron.