Hamás reclama una fuerza internacional en Gaza que "amortigüe" los ataques de Israel

Hamás tiene claro que el gobierno de Israel no está dispuesto a abandonar Gaza, de modo que ha urgido la aplicación de la segunda fase del plan de paz, que incorpora, entre otras cuestiones, el despliegue de una fuerza internacional en el enclave.

Y es que, a juicio del portavoz de la milicia palestina, Hazem Qassem, estas tropas servirían como "amortiguador" entre el ejército israelí y los habitantes de la franja, que sufren cada día "flagrantes violaciones" del alto el fuego por parte de los soldados del país hebreo.

Desde su punto de vista, esa fuerza internacional debería trabajar para "mantener la paz y la estabilidad" y "prevenir fricciones", pero, tal y como ha matizado, "sin interferir en cuestiones de seguridad o desarme".

Acuerdo de paz

El acuerdo de paz firmado el pasado 10 de octubre por Israel y Hamás incluía una veintena de medidas dispuestas en distintas fases que permitirían ir avanzando hacia el objetivo. La primera incluía un alto el fuego que no ha impedido al gobierno de Netanyahu matar a más de 400 palestinos, y también un intercambio de prisioneros y cuerpos sin vida que la milicia palestina no ha completado, pues uno de los cadáveres no ha sido devuelto.

La segunda fase, que se prevé que entre en vigor en enero del año próximo, prevé la creación de una autoridad temporal que estará encabezada por Trump y tendrá como tarea supervisar la situación y de una fuerza de seguridad internacional en la que se espera que participen varios países. Entre sus cometidos, además, figura la coordinación de la ayuda humanitaria y el impulso del desarrollo de Gaza; y le corresponde la última palabra en todas aquellas cuestiones relacionadas con el gobierno de la franja, que pasará a estar gestionado por tecnócratas palestinos.

Otras de las medidas recogidas en el plan de Trump es la creación de una zona económica especial en el enclave costero, que operaría con una política arancelaria preferencial; así como el desarme de Hamás, a fin de asegurar la convivencia pacífica en la región. El objetivo final del documento es la retirada de las tropas israelíes de la franja costera y la posible creación de un Estado palestino, algo a lo que se opone con firmeza el gobierno de Netanyahu, quien tampoco parece dispuesto a abandonar el enclave gazatí.